La propuesta del presidente Gustavo Petro de generar un subsidio del transporte público en el país, a través de una cuota que se pagaría en el recibo de energía eléctrica generó diversas reacciones por parte de los gremios en Cúcuta y su área metropolitana.
Por un lado, están quienes consideran que la medida, además de improvisada, requeriría una alta inversión en tecnología y por otro, quienes piensan que se trata de una idea populista de alto costo que no podrían financiarse solo del bolsillo de los colombianos.
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La proposición, como la plantea el presidente, sería para las ciudades con transporte público masivo y pretende que todos los ciudadanos paguen en la factura de la luz un monto mensual que le permitiría subirse “en cualquier bus y durante el tiempo que sea”.
En ese sentido, serían los estratos altos los que pagarían el transporte de los más bajos, para resolver el problema de la evasión en el sistema. “Los pudientes, a lo mejor no usarían el transporte público pero subsidiarían a los menos pudientes” publicó Petro.
No hay ningún estudio
Miguel Peñaranda, director del Área Metropolitana de Cúcuta, cree que aunque no hay nada concreto podría tratarse de una medida apresurada, debido a que no existe ningún estudio real que se haya hecho sobre el tema.
“No hay nada que soporte ni el porcentaje de incremento en la factura para determinar el alcance, es decir, hasta qué población y cuánta población pudiese llegar a ser o cómo se escogería esa la población”, dijo.
Peñaranda considera que el anuncio, como una idea, podría generar el ejercicio en el Ministerio de Transporte y su equipo técnico acerca de la viabilidad, pero de momento, no se conoce que exista de forma previa un instrumento para medir su factibilidad.
Por su parte, Leonardo Vásquez, asesor externo que dirigió el proyecto del Plan Maestro de movilidad Sostenible y Segura para el Área Metropolitana, cree que poner en práctica un subsidio de esa naturaleza en Cúcuta sí es factible, pero no con esa única fuente de ingresos de un recargo en la factura.
“Pretender que se pague solo de esa manera sería una tasa muy alta para las personas. Estamos hablando de cerca entre 150 mil a 200 mil pesos mensuales en cada factura, no es algo tan pequeño como dice el Presidente”, indicó.
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El analista indicó que, por otro lado, resulta necesario tener regulado el sistema de transporte mediante un control de flota, tecnología y recargo centralizado de tarjeta, una de las apuestas del Plan Maestro de Movilidad con respecto a los vehículos eléctricos y el recaudo sin contacto por medio de aplicaciones.
“Esa es la única forma de poder controlar cuántos recursos tienen por tarifa, cuánto llegaría por este subsidio y cuándo llegaría por otras fuentes para hacerlo rentable, pero como en Cúcuta que no hay transporte masivo solo sería posible con un transporte estratégico que se diseñó en el plan, y plantearlo sería a mínimo dos años”, dijo.
Genial, pero falta mucho
Miguel Ángel Florez, gerente propietario de Transontiveros, no ve la propuesta como un subsidio, sino como un pago anticipado vía recibo de servicios públicos.
Opinó que la idea de que quien no lo use, termine de alguna manera pagando por quienes sí lo hacen, se da porque ningún municipio ni departamento tiene la capacidad de financiar el transporte público.
La idea le parece genial, pero consideró que solo sería viable en la medida en que el mismo Estado apoye a las empresas. “Porque quién nos asegura el pago”, se preguntó.
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Para esto, el gobierno nacional tendría que dotar con todas las herramientas tecnológicas a todos los sistemas de transporte del país, como única vía para controlar el recaudo, además de optimizar el servicio y controlar otras variables. “Faltan muchas cosas por implementar para que eso sea posible”, declaró.
Medardo Guerrero Mendoza, jefe de rutas de la Cooperativa de Microbuses Ltda. Coomicro, considera esta medida como “populista en época de elecciones porque aplicarla costaría mucho dinero”.
Aunque reconoce que el presidente lo anunció como una idea de subsidio para el transporte masivo y no colectivo, no tiene ningún sustento. “Ni siquiera reconocen dar un subsidio a los estudiantes, menos lo van a hacer con el resto de la población. Sería una belleza pero de la práctica a la realidad es imposible ya que ni siquiera es el Estado el que lo va a pagar sino que se va a pagar del bolsillo de los colombianos y, dígame usted, de dónde va a salir tanto dinero”, opinó.
Al borde de la quiebra
Raúl Marino Zamudio, profesor del Programa de Gestión y Desarrollo Urbano de la Universidad del Rosario, dijo a La Opinión que aunque la idea de tener un transporte público gratuito resulta interesante para muchas personas, la mayoría no está dispuesta a tener que pagar más por un incremento en el costos de la tarifa de luz porque es en la que se va la mayor parte del presupuesto del hogar.
“Si se incrementa, digamos, creo que en media serían unos 200 mil pesos en la factura sería imposible, por lo tanto ese mecanismo tendría que revisarse y no solamente a partir de una factura sino de otra manera porque no toda la población necesita el transporte gratis.” Zamudio cree que en el caso de Cúcuta, que no cuenta con un sistema de transporte masivo, sería interesante que ese subsidio se invirtiera en generar un transporte más organizado o en crear ese sistema tan necesario en una zona de frontera.
Sin embargo, sostiene que existe un déficit importante con los sistemas de transporte público en todo el país y eso lleva a los ciudadanos a cuestionarse por qué si se espera que el Gobierno financie la mayoría de esos mecanismos, hoy por hoy, la mayoría de los sistemas esté al borde de la quiebra.
“Eso realmente hay que revisarlo porque si le vamos a meter más dinero a un sistema que no está funcionando, lo podríamos poner gratis, pero si no funciona, no tiene sentido. Ahí vemos casos como el de Bucaramanga, cercano a Cúcuta, que implementa un sistema de transporte masivo hace más de 15 años y es un fracaso total, al caso que ya oficialmente está quebrado”.
Finalmente, habló de la necesidad de evaluar cómo se está gestionando el transporte público en cada ciudad para hacerlo más efectivo y que, realmente, genere un beneficio en la población porque, de lo contrario, sería desperdiciar dinero. También, insiste, que debe dotarse de toda la tecnología necesaria porque invertir más recursos en las condiciones actuales, así sea gratuito para parte de la población, no va generar mayores beneficios.
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