El ruido normal de los carros, los gritos de los vendedores y la caótica normalidad del paso fronterizo en La Parada, Villa del Rosario, se vio opacado por un nuevo episodio de violencia en este transitado sector del área metropolitana.
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Sobre las ocho de la mañana de ayer, 12 de diciembre, desde la parte venezolana de la frontera sonaron varias ráfagas de disparos de fusil que instauraron el caos, pues en el sitio ya había un ambiente tenso por la alta presencia de militares y demás uniformados que adelantaban un operativo contra el contrabando.
Por fortuna, para los rosarienses, los disparos, que duraron aproximadamente 30 segundos, fueron desde una zona boscosa cercana a la trocha La Playita, aunque sin una dirección fija que dejara algún herido.
Fue más cuestión de nerviosismo ante un nuevo posible intercambio de disparos, el miedo se disipó en cuestión de minutos. Algunos salieron de sus casas a juntarse con los vecinos en los andenes a ver los numerosos uniformados del Ejército que pasaban por las polvorientas calles.
Rápidamente desplegaron un esquema de seguridad en el que resguardaron las entradas a varias trochas de la zona, entre esas La Playita y La Pared. Además, iniciaron patrullajes por las calles, mismo que fue reforzado con la llegada de cuatro tanquetas del Ejército Nacional.
En los siguientes minutos se sintieron algunas ráfagas más, mientras que los uniformados se desplazaron a las instalaciones del Distrito de Policía en La Parada, ubicado a aproximadamente un kilómetro de la frontera, a un costado de la Autopista Internacional, atentos a cualquier novedad, aunque nunca llegó.
El resto de la jornada transcurrió con normalidad y el episodio quedó como un recuerdo más en la ya amplia lista de incidentes armados ocurridos en la zona fronteriza, en la que hay presencia de grupos armados como el Eln y el Tren de Aragua.
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¿Por un operativo?
Aunque no se ha podido establecer si se trató de una represalia o de una simple casualidad, lo cierto es que las primeras ráfagas se escucharon justo cuando las autoridades colombianas lideraban un operativo contra el contrabando, que resultó en la incautación de cinco mil unidades de alimentos y licor que no cumplían con medidas sanitarias y representaban un riesgo para la salud pública.
Estas incautaciones fueron resultado de diligencias de registro y allanamiento en dos inmuebles de La Parada que estaban funcionando como centro de almacenamiento, con acompañamiento del Ejército, en medio de un operativo simultáneo a nivel nacional con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN).
Carlos Emilio Pérez Gómez, director seccional de Aduanas Cúcuta, añadió que este fue un golpe contra las economías ilegales que buscan aprovecharse de los pasos fronterizos para introducir mercancías sin control sanitario ni tributario al país.
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La información respecto a la situación fue ampliada por el coronel Fabio Ojeda, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, quien además hizo un llamado a la comunidad: “Necesitamos que nos ayuden a combatir el contrabando, especialmente en estas épocas decembrinas donde se transporta licor que no cumple con las medidas sanitarias”.
Aunque no se ha establecido qué grupo armado estuvo detrás del ataque, la versión preliminar apunta a que fuera el Eln o el Tren de Aragua, las organizaciones que dominan el contrabando en La Parada, como una manera de infundir terror en medio de un operativo que resultó en pérdidas millonarias para estas economías.
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