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Cultura
'Los hechos casuales', nueva obra literaria de Juan Carlos Botero
Un relato en el que se demuestra que, un detalle, por más mínimo que parezca, puede desatar una ola de eventos inesperados que pueden cambiarlo todo.
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Deicy Sifontes
Deicy Sifontes
Lunes, 4 de Septiembre de 2023

Juan Carlos Botero, escritor y periodista colombiano, y quien también ha sido columnista de La Prensa y El Tiempo, y actualmente de El Espectador, además ganador del Premio Juan Rulfo de Cuento y del Concurso Latinoamericano de Cuento, llega a la Fiesta del Libro de Cúcuta (fliC) con su obra ‘Los hechos casuales’. 


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El martes a las 5:00 de la tarde en la tarima principal de la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, Botero conversará con María Jimena Duzán sobre esta novela que estuvo escribiendo durante 10 años de manera ininterrumpida y que hoy está catalogada como una de sus mejores obras. 

El encuentro fortuito entre dos amigos de la infancia son el detonante de esta novela, la cual llevará a los lectores a recorrer la vida de un empresario exitoso y adinerado con un pasado enigmático y a quien la vida le cambia debido a muchas casualidades. 

 

¿Cómo nació ‘Hechos casuales’?

 

Desde hace mucho tiempo soy muy consciente que todo lo que me ha ocurrido en la vida, para bien y para mal ha sido resultado de una serie de hechos aparentemente menores, encadenados por el azar, por la suerte y por el accidente que desembocan en consecuencias tremendas y no solo para uno como individuo, sino inclusive a nivel nacional, a nivel mundial y por eso ahí cuento en la novela  varias anécdotas como la caída del Muro de Berlín, el inicio del movimiento racial en Estados Unidos, el inicio de la Primera Guerra Mundial, varios eventos que sucedieron por una serie de hechos casuales, aparentemente menores, pero encadenados y que adquieren un efecto dominó y que tienen consecuencias tremendas. 

Por esa razón, al darme cuenta que ese era un tema importantísimo en la vida de las personas, pero que era un tema huérfano en la narrativa actual y que nunca se ha escrito una novela sobre el tema, empecé a trabajar en el asunto hace mucho tiempo con esa finalidad de volver esto una obra literaria. 


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La novela transcurre entre los años 1980 y 2000, una época de violencia en el país, ¿por qué tocar estos años?

 

Es porque esa fue la época más dura de nuestra violencia con la guerra del narcotráfico, la guerra contra las guerrillas, el tema de la delincuencia, todos los problemas de Colombia con la corrupción, la erosión en la credibilidad de las instituciones, etc. 

Mi objetivo era hacer algo diferente, era crear un personaje principal que fuera una buena persona.

Eso no significa que en la novela no haya más de un malvado, los hay, pero si te pones a pensar es muy inusual que en la literatura colombiana el personaje principal suele ser un criminal, un asesino, un narcotraficante, un sicario; una buena persona casi no lo ves,  y para que sus cualidades resaltaran todavía más, me di cuenta muy pronto que tenía que ubicarlo en el contexto más violento de nuestra historia y fueron esos 20 años que además los viví en carne propia y eso me permitía contar las cosas con base como las había  vivido,  porque eso da credibilidad, lo que se cuenta nace de experiencias reales y creo que lo que más prevalece en el país es la bondad, más que la maldad. 


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¿Entonces es una obra más de realidad que de ficción?

 

Sí, o sea, es ambas cosas, hay muchas experiencias personales que se las presto al personaje principal, esas experiencias obviamente no aparecen exactamente como ocurrieron, están matizadas por la exigencia narrativa, pero sí alimentan la novela. Entonces claro, es una obra de ficción, no es un libro autobiográfico, pero sí, cuenta muchos eventos que ocurrieron en el país. 

 

¿Qué ha significado la publicación de esta novela después de tantos años?

 

Bueno, debo decir que he estado escribiendo durante todo este tiempo, he sido columnista de varios medios, sin interrupción, pero para mí, publicar esta novela me costó mucho, fue muy difícil, fueron 8 años de escritura ininterrumpida.

Cuando la terminé comenzó la pandemia y aproveché los dos años para reescribirla en su totalidad y me gusta que haya sido así, porque así quedó tal y como yo quería que quedara la novela. Hubo unas versiones anteriores que no me convencían, pero ha sido la novela más difícil de escribir de toda mi carrera, pero a la vez la que más satisfacción me ha producido.


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¿Por qué la más difícil?

 

Precisamente porque cuando comienzas una novela, por lo menos en mi caso, tienes alguna claridad sobre algunos elementos que quieres contar, pero el 90% no sabes que vas a contarlo y de repente lo vas descubriendo a medida que vas trabajando, entonces, por ejemplo, yo no tenía previsto contar la masacre del Palacio de Justicia.

Cuando me di cuenta que lo tenía que contar por las exigencias de la historia, en ese momento tenía que volverme un experto en el tema porque en literatura no puedes contar cosas que no están divinamente investigadas rigurosamente, porque se nota y el libro se le cae al lector de las manos, porque suena falso, entonces ese tipo de cosas me obligaron a investigar de una manera muy profunda los temas y así se fue demorando la publicación de la novela.

La escritura también fue muy difícil, pero quedo muy contento con el resultado y me alegra mucho que ha tenido una acogida muy positiva en el público.

Juan Carlos Botero.
 
Esta novela está punteando como una de sus mejores obras, ¿a qué cree usted que se deba este acontecimiento? 

 

Pues mira, yo creo que por un lado celebro que haya sido acogida positivamente la novela, y por otro lado, creo que obedece a que cuento cosas que la gente encuentra fascinantes o hay detalles que yo cuento, pero que creo que la gente no conoce y que refleja el objetivo principal de la novela que es ilustrar lo que nos sucede en la vida, las cosas más definitivas no ocurren porque nos las proponemos, sino que son cosas que ignoramos, cosas que aparecen de pronto, imprevistas, que parecen menores, pero que nos pueden cambiar la vida sin que lo sepas.


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Encontramos que la novela tiene un aire autobiográfico, ¿por qué? ¿Los personajes son muy cercanos a usted?

 

La razón principal era para apelar a la veracidad de lo que estaba contando. Cuando comienzas a escribir,  los comienzos de tu carrera y lo que has vivido te parecen muy poca cosa comparado con las grandes sagas que has leído, hasta que te das cuenta que tu realidad no es ni pequeña, ni mezquina, sino que al contrario está dotada de un gran potencial y que nadie más en el universo la puede contar salvo tú y como te das cuenta es tu vida y eso te permite contar las cosas con una gran veracidad, porque las viviste en carne propia y como sea hay que escribir solo lo que uno ha vivido.

 
¿Escribir le permite hacer una catarsis con sus propias historias?

 

Sin duda alguna, yo creo que esa es una de las razones por las que escribimos ficciones, para podernos liberar de muchas experiencias positivas, pero principalmente de las negativas. Sí hay una catarsis en el exorcismo de esas experiencias mediante la literatura. Y debo decir que yo no era consciente de hasta qué punto esas experiencias negativas habían tenido un efecto tan perjudicial en mi mente y en mi memoria, de mi alma, hasta que las escribí y al hacerlo me quité un peso de encima enorme.


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¿Hay hechos casuales que hayan pausado su vida o su carrera?

 

Sí, muchos que realmente me marcaron para siempre. Por ejemplo, en el año 73, mi familia iba todos los fines de semana a pasar el fin de semana a una finca de recreo que había en las afueras de Bogotá , pero ese fin de semana mis hermanos decidieron no ir, porque tenían una fiesta, pero yo sí me subí al automóvil con mi madre y mi padrastro, pero cuando el automóvil arrancó yo lo detuve y dije que prefería no ir, porque me iba a aburrir sin mis hermanos y que mejor me quedaba acá en la casa y no fui.

Ese fin de semana fue el secuestro de ellos dos, si hubiera estado con ellos el domingo en ese mismo automóvil, quién sabe qué habría pasado. No sé si hubiese sobrevivido al incidente, sí me había traumatizado el hecho, es que fue un efecto tremendo para toda la familia, la familia cambió a raíz de ese secuestro.

Pero fíjate cómo la vida te cambia para bien o para mal de una manera impactante por cosas aparentemente tribales, un recuerdo, una decisión aparentemente menor, eso nos ha pasado a todos.

 

¿La casualidad está en todo?

 

Sí, creo que la casualidad está en todo. Creo que es una de las fuerzas más determinantes en nuestra existencia y creo que hay un aspecto fundamental, cuando te das cuenta del tamaño tan grande que tienen los hechos aparentemente menores, aparentemente insignificantes en tu vida, sí, llega esa conclusión de que los hechos insignificantes no existen, cada uno está dotado de un potencial, aunque no te des cuenta en ese momento. 

 

¿Qué espera de la fliC?

 

Con respecto a la Fiesta, pues tengo muchísima ilusión, mucho entusiasmo y ante todo la ilusión de entrar en contacto con los lectores, con las personas, hablar con ellos directamente, eso lo disfruto muchísimo y espero que ojalá las personas puedan encontrar alguna validez a las cosas que tengo que decir.


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