“Yo estaba visitando a mi mamá y nos vinimos normal, sin tomar, sin nada, porque yo estaba enfermo desde el viernes, porque sufro de úlcera y estaba tomando medicamentos. Cuando veníamos llegando a la redoma solo me acuerdo que se me fue la luz (…)”, fueron las palabras de Luis Andelfo Camargo Sierra, víctima de una seguidilla de acciones terroristas que sacudieron a la capital nortesantandereana.

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El Anillo Vial Oriental de Cúcuta, a 100 metros de Jardín Plaza, quedó cubierto de escombros y daños materiales luego de una fuerte detonación explosiva, presuntamente a manos del Ejército de Liberación Nacional (Eln).

Se pudo conocer que, los criminales dejaron una alta carga debajo de una alcantarilla de la carretera, la cual, al estallar, generó pánico entre los habitantes de los conjuntos cerrados: Brisas, Bonaire, Barlovento y Ventus.

Este nuevo hecho de violencia que golpeó la tranquilidad de la comunidad, se registró el pasado 6 de diciembre en horas de la noche, en simultaneidad con otros bombazos.

La explosión en el municipio de Villa del Rosario, exactamente en el barrio Buena Vista III, donde decenas de viviendas resultaron afectadas, el del Comando de Atención Inmediata (CAI) de Morichal, y el ocurrido en La Concordia, donde murió el Intendente Franklyn Alonso Guerrero y el subintendente Jairo Andrés Holguín Calderón.

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Sobrevivientes del atentado

La Opinión conoció en exclusiva que, Yurlay Patricia Contreras Camargo y Luis Andelfo, una pareja de esposos residentes en la manzana E Lote 8 del barrio Tucunaré, parte alta, transitaban con normalidad por el lugar y quedaron en medio del fatídico bombazo.

De acuerdo a información suministrada por Camargo Sierra tras la visita a su ser querido, que vive en el barrio El Higuerón, optaron por tomar esa ruta, debido a que ya era muy tarde y necesitaban llegar lo más rápido posible a su vivienda. Se movilizaban en una motocicleta azul, de placa YLY-93E, y decidieron parar en una estación de gasolina a tanquear la moto.

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En el momento de continuar con su recorrido, fue cuando quedaron en medio del estruendo y al despertar ya se encontraban recluidos en la Clínica Medical Duarte. 

Alfredo Camargo, hermano de Luis Andelfo iba a la par de ellos, pero en otra moto y fue el que alcanzó a ver el momento en que ellos salieron volando del vehículo motorizado, debido al fuerte impacto.

Enseguida llamó a la familia a informarles lo sucedido. Ellos se trasladaron al sitio y al llegar estaba él, entre el shock y el asombro, asustado por lo que habían visto sus ojos. “Pensé que se habían matado”, fueron las primeras palabras que se vinieron a la cabeza del hermano.

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Camargo Sierra tiene heridas en la espalda, los brazos y los ojos, él manifestó que casi no se puede mover, puesto que, al pararse y dar varios pasos, inmediatamente le empieza a doler la espalda.

“Mi hermano dice que volé como treinta metros, me despertaron con corriente y ahí fue cuando me di cuenta que estaba en la clínica”, manifestó Luis Andelfo.

Por otra parte, la mujer fue la que recibió la mayor parte del estallido, puesto que, ella cayó en el pavimento, fracturándose en cuatro pedazos la cadera, y a su vez, la pelvis y un pie.

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Ella sigue recluida en la clínica, donde ha sido sometida a varias cirugías, una en la que le pusieron clavo en el pie y otra en la que le colocaron tutor en la cadera. Sus familiares están a la espera de la operación de reconstrucción de pelvis.

“Esto es algo que no se lo deseo ni a mi peor enemigo, nosotros nos salvamos fue de milagro, nunca imaginamos que nos pasaría algo así”, dijo Camargo Sierra, quien fue dado de alta desde el domingo en la mañana y, se encuentra bajo los cuidados de sus hijos en el seno de su hogar.

Los médicos le recetaron ibuprofeno, diclofenaco y crema para la desinflamación de las heridas en el cuerpo. Él trabaja como comerciante en compra y venta de carros. Su esposa es líder de un grupo de venta de cosméticos.

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No acudieron al rescate 

Según se conoció, ningún miembro de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) hizo presencia en el lugar del hecho, argumentando que se podría tratar de una emboscada.

Las víctimas manifestaron entender que la policía no habría alcanzado a llegar al sitio debido a la racha de explosivos a la que se vio sometida la ciudad ese fin de semana, pero tampoco divulgaron el caso.

De igual forma, contaron que, habría sido una mujer que se desplazaba por el lugar la que llamó a la ambulancia que terminó trasladándolos a la clínica. Finalmente fue el Ejército el que hizo presencia en el lugar de la explosión, donde también resultó afectado el gimnasta Jossimar Calvo Moreno.

Jossimar vivió ‘un verdadero milagro’ junto a su pareja, tras ser alcanzados por el mismo bombazo cuando se desplazaba en su vehículo por el Anillo Vial.

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