Lo que debía ser un espacio de recreación y formación para los niños terminó en un lamentable espectáculo de intolerancia.
El día sábado 30 de agosto, en las canchas de Hacienda Santa Bárbara, sobre el Anillo Vial, en Bucaramanga, un grupo de padres de familia se fue a los golpes durante partidos correspondientes a la categoría Sub-10 de la Liga Santandereana de Fútbol.
Videos que circulan en redes sociales muestran cómo varios hombres y mujeres protagonizan una pelea en los alrededores del escenario deportivo, mientras los niños permanecen en la cancha.
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Aunque el hecho no interrumpió el desarrollo del juego, generó rechazo entre la comunidad deportiva, que denuncia que este tipo de conductas son cada vez más frecuentes en el fútbol infantil del área metropolitana de Bucaramanga.
Reacciones
La Liga Santandereana de Fútbol condenó el hecho y aclaró que, por ahora, no hay un reporte oficial del suceso, ni un acta arbitral que confirme que la pelea ocurrió durante el partido.
Eduardo Villamizar Mutis, secretario de la Liga y asesor del Comité Disciplinario, se refirió con preocupación a la situación:
“Terrible y espantoso. Hoy en día los padres de familia se involucran demasiado, no soportan estar sentados viendo a sus hijos jugar. Mientras los niños se divierten, ellos terminan insultando al árbitro, a los técnicos y hasta peleando entre ellos”, señaló Villamizar.
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El directivo lamentó que estos comportamientos estén desvirtuando el sentido del fútbol formativo:
“El padre de familia juega un partido distinto al de su hijo. Se siente árbitro, técnico, experto. Se enloquece en la tribuna y convierte algo lúdico en un conflicto. Y lo más grave es que esto cada día está peor”.
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