Organizar las finanzas personales y domésticas se ha convertido en una opción para evitar que, en el momento menos pensado, haya algún sobresalto en los gastos. Para evitar esta difícil situación los expertos recomiendan tener un manual, en el que se añadan una serie de pasos con los que se logre la meta de mantener las cuentas claras.
La paciencia y el tiempo son los secretos para lograr el orden en los gastos domésticos y personales. Es por ello que se los expertos recomiendan que, luego de una entrada de dinero, se elabore un balance de la situación económica actual.
“Este balance incluirá, al igual que los balances contables, cuáles son nuestros activos, incluyendo ahorros, dinero y propiedades y cuáles son nuestros pasivos, considerando como pasivos todas las deudas y pagos que tengamos que realizar”, explicó el Banco BBVA.
De esta manera, se proyectan cuáles son los gastos que se harán antes de una nueva entrada de dinero. Si se mantiene el análisis de lo restante luego de cada compra, se puede apreciar la evolución de la economía y evaluar los posibles riesgos de una nueva acción.
Un ejemplo de ello es que con la evaluación de los riesgos se puede hacer una pausa en los gastos, planeados o no planeados, además de sustituir algunas compras futuras, por otras menos costosas.
Fijar objetivos
Las personas pueden tener metas, a corto, mediano y largo plazo, por ello, es importante planificar las finanzas personales, conforme el tiempo. Entonces, es una buena opción fijar objetivos y clasificarlos.
Unos objetivos a tener en cuenta son: ahorrar para comprar vivienda, pago mensual de unas vacaciones, tener dinero de emergencia, prepararse para los gastos de estudio de los hijos, etc.
Algunas veces, fijar objetivos se asocia con riesgos al momento de conseguirlos. Sin embargo, ello se debe minimizar, pero nunca desaparecer. Es una situación inherente al proceso de fijarse metas a lo largo del tiempo, mucho más en las finanzas, donde cualquier emergencia lo cambia todo.
Cómo lograrlo
La herramienta más importante está en los medios a disposición, para conseguir los objetivos. Ello ayudará a lograr lo ya planeado.
Se pueden agrupar en dos grandes grupos: medios financieros de activos- pasivos; de ingresos y gastos. Para entenderlos mejor, se trata de los siguientes modos de finanzas.
Activos- pasivos
Medios de inversión, la suma de lo destinado a proporcionar rentabilidad en el tiempo, a cambio de asumir riesgos. Dentro de ello, se encuentran productos financieros, que representan un beneficio a largo plazo.
Además, los medios de financiación, los productos que nos consiguen la liquidez para alcanzar un objetivo, a cambio de pagarlos luego. Por ejemplo, préstamos y créditos.
Ingreso- gasto
Los medios de ingreso son las fuentes de flujo de dinero, en las que no es necesaria una inversión previa, por ejemplo el sueldo y otros medios para conseguir recursos.
Por último, los medios de gasto, aquellos procesos diarios que representan un desembolso de dinero. Nunca se para de gastar, es una base para conseguir los objetivos planeados.
Con estos puntos se puede entender que las economías domésticas y personales también pueden ser planeadas y organizadas, en mayor o menor medida. Cuanto antes se inicien las labores de prever los gastos excesivos, más rápido será lograr los objetivos propuestos.
*Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion