

El fin de semana, en Cúcuta, los delegados del Gobierno y la disidencia del frente 33 de las Farc finalmente confirmaron lo que se había anticipado en plena Semana Santa: el tránsito de esta agrupación armada a una Zona de Ubicación Temporal (ZUT) en el área rural de Tibú, para lo que sería la fase final del proceso de paz que adelantan desde 2023.
Lea además: ¡Saluden al líder! Cúcuta Deportivo derrotó a Real Santander y tomó la cima del Torneo I-2025
En el acuerdo, sin embargo, solo se habló de un preagrupamiento del frente que opera en el Catatumbo, descartando así el traslado de todo el Bloque Magdalena Medio, con sus siete frentes, como se dijo inicialmente, hecho que fue corroborado posteriormente por los voceros en la mesa de diálogo.
Uno de los que suscribió esa decisión fue Andrey Avendaño, comandante de la disidencia del frente 33, quien fue enérgico en advertir que esto no se trata de una zona de distensión, como el Caguán.
En entrevista exclusiva con La Opinión, Avendaño entregó detalles de cómo concibe el grupo que lidera esa nueva etapa y aseguró que, a diferencia de lo que señalan algunos, la concentración no se da porque estén derrotados, ni acorralados por el Eln. Insistió en que lo que se busca es favorecer a las comunidades y desescalar la guerra.
Le puede interesar: Las motos mueven el mercado en Cúcuta, porque la venta de carros nuevos sigue frenada
El líder guerrillero advirtió que las armas con las que cuentan “son innegociables”, sostuvo que él nunca ha considerado la posibilidad de desmovilizarse y dijo que el acuerdo alcanzado con el Gobierno no busca favorecer a su disidencia ni fortalecerla para enfrentar al Eln.
¿Por qué decidieron concentrarse en una Zona de Ubicación Temporal?
Esto es un proceso. Hasta ahora hemos dado un paso importante y es la definición de un punto y se está a la espera de que el Gobierno reglamente o firme el decreto de la puesta en marcha de la ZUT. Hasta ahora es un anuncio que aspiramos pueda ponerse sobre ruedas muy pronto.
¿Cómo llegan a ese acuerdo con el Gobierno?
Desde el principio, hace siete años, una de las promesas que le hicimos al pueblo del Catatumbo era devolverle la esperanza y que desde nuestro espacio de lucha íbamos a hacer todo lo que estuviera a nuestro alcance para generar alternativas y condiciones de favorabilidad y tranquilidad para la región. Eso fue así hasta el 16 de enero, cuando el Eln toma la decisión de atacar a las unidades nuestras en todo el territorio del Catatumbo.
Desde ahí para acá se viene un tema mucho más complejo y ya no podemos mantener tanto esa promesa, porque nos toca pasar a defendernos de los ataques del Eln. Eso hizo que la comunidad tuviera muchas dudas en torno a lo que estaba pasando. Y como esta mesa de conversación lleva más de un año y hemos mantenido comunicación con los delegados, pues empezamos a buscar alternativas y rutas que facilitaran la tranquilidad de la gente de la región del Catatumbo.
Le puede interesar: La pesadilla que vive una mujer a manos de su expareja en Cúcuta
En el documento suscrito solo se habla del frente 33, ¿a la Zona de Ubicación del Catatumbo llegará o no todo el Bloque Magdalena Medio?
Está previsto inicialmente que el que llega a la ZUT es el frente 33, que es una parte del Bloque Magdalena Medio. Y aquí es importante hacer una claridad, porque lo que dicen es que nosotros vamos a traer gente del Sur de Bolívar, de Antioquia y del Magdalena Medio para pelear contra el Eln en el Catatumbo y que por eso necesitamos esta zona. Si fuera para eso pues nosotros lo hubiésemos traído, no necesitábamos de una ZUT, porque para qué voy a traer yo una gente a una zona donde no va a poder hacer nada.
Hay quienes consideran que ese preagrupamiento lo que busca es favorecer a la disidencia, en medio de la guerra que se libra con el Eln, ¿usted qué responde?
Este no es un acuerdo para favorecer a las Farc, es un acuerdo para favorecer a las comunidades del Catatumbo, que son las que se van a ver más beneficiadas, porque aspiramos a que las confrontaciones entre nosotros y el Eln se reduzcan, por cuanto nosotros vamos a estar en un espacio más reducido, obviamente con algunos compromisos, porque la fuerza pública debe retomar el control de los territorios que hoy están siendo salvaguardados por las unidades nuestras. Entonces, este es un proceso de mucha responsabilidad y de altísimo significado para la región, porque ya muestra un estado avanzado de los diálogos.
Hace un año usted decía que, con plena certeza, la disidencia no estaba pensando en dejar las armas ni en desmovilización, ¿cambió de parecer?
Nosotros hemos buscado las alternativas para llevarle tranquilidad y esperanza a la gente, pero en ningún momento hemos dicho que eso sea a costa de la entrega de las armas. Desde que empezó esta negociación o este proceso de diálogo hemos dicho: las armas son innegociables; las armas no son nuestras; las armas son del pueblo, porque es el pueblo el que las colocó en nuestras manos. Es el pueblo el que debe tomar la decisión, si debemos dejar las armas a un lado o qué hacer con ellas. Esa es otra palabra empeñada que tenemos con las comunidades, que los fusiles de las Farc no están en negocio, no están en venta.
Lea también: Defensora del Pueblo advierte riesgos por instalación de Zona de Ubicación Temporal en Tibú
Y, entonces, ¿qué va a pasar con las armas?
Hemos dicho que estamos dispuestos a dejar el fusil a un lado, a guardarlo para que las transformaciones y los proyectos lleguen a la región, si es que de pronto no llegan por la presencia nuestra o porque somos un obstáculo para el desarrollo, pero nunca hemos dicho que los fusiles se van a entregar. Hasta este momento no hemos hablado de entrega de armas. Hemos hablado de la disposición de las armas, que es buscar un mecanismo donde se van a asegurar, a guardar, donde van a estar custodiadas por la ONU o no sé por quién, hasta que los procesos vayan avanzando.
Pero, ¿el frente 33 está listo para desmovilizarse?
Yo no sé cómo sea el proceso de tránsito hacia un escenario de avance en el proceso. Yo nunca he considerado la posibilidad de desmovilizarme. Pienso que la desmovilización es dejar de luchar, renunciar a los principios y a todo lo que usted tiene como compromisos con el pueblo, y acá lo que estamos diciendo es que nos hacemos a un lado, en un espacio, para que el Gobierno cumpla con el compromiso de resolverles las necesidades a las comunidades.
Si no es desmovilizándose, ¿cómo concibe Andrey Avendaño y la disidencia del frente 33 el fin del proceso de paz?
Es que nosotros nunca hemos concebido la solución al problema del Catatumbo como la desmovilización. Lo que hemos dicho es que podemos dar el tránsito a otros escenarios.
¿Como cuáles?
Tener, de pronto, un gran equipo de unidades y de guerrilleros nuestros con todas las garantías y el tema jurídico resuelto, para que puedan ayudar a impulsar el desarrollo de la región, a ser empresarios. Por qué no, hacer un equipo que ayude a la defensa y la protección, por ejemplo, de las selvas, de las fuentes hídricas.
Lea aquí: Se inicia trámite para que se declare 'sujeto de derechos' a río Pamplonita
Es decir, ¿lo que usted plantea es que a futuro puedan ser una fuerza legítima del Estado?
Yo no sé si una fuerza legítima o no del Estado, eso lo dirá el tiempo, pero sí hemos dicho que queremos ser actores importantes para ayudar a resolver los problemas del Catatumbo.
Volviendo a la Zona de Ubicación, en el momento que hagan ese tránsito al lugar que se defina, ¿ustedes entran en armas?
El protocolo aún no se ha definido. Hay unos borradores y unos temas que se han tocado, pero no se ha definido todavía cómo va a ser el paso. Llegando allá, las unidades tendrán que hacer un protocolo donde internamente nos garanticemos la seguridad, porque si no, cualquiera puede llegar y nos puede matar allí. Pero también se plasmará, de pronto, un reglamento de que las armas van a estar en un depósito, en un armerillo; que van a estar guardadas allá. De pronto no van a estar sobre nuestros hombros, porque más que todo somos campesinos y nos gusta trabajar, producir la tierra.
¿La dinámica será similar a la de las Zonas Veredales donde se dio el tránsito de las Farc a la vida civil?
No queremos repetir esa historia, porque llevaron la gente allí, la abandonaron a merced de lo que pudiera pasar y los tiempos para la entrega de las armas fue relativamente de corto. Se nos dijo que era un proceso de dejación y terminó siendo un proceso de entrega, y nosotros no concebimos la dinámica así.
Entonces, ¿cómo?
Lo que queremos es ayudar a ser parte de las soluciones. Nosotros podemos ser una fuerza que pueda ayudar a implementar los proyectos que hay para la región del Catatumbo.
Le puede interesar: Factura de gas podría subir hasta 90% en Colombia por mayor peso de las importaciones
¿En cuánto tiempo podría comenzar a darse ese traslado hacia la ZUT?
Lo primero que hay que decir es que la paz y los procesos de diálogo no son procesos de sometimiento. Nosotros no estamos en este proceso porque estemos acabados por el Eln o porque estemos derrotados militarmente. Estamos en este proceso porque creemos y queremos generar alternativas para la gente de la región del Catatumbo. Eso no quiere decir que estemos desmoralizados y que por eso estamos dando el paso hacia la ZUT. Por el contrario, hoy más que nunca estamos convencidos de que las unidades del frente 33 que están bajo nuestra responsabilidad son plenamente capaces de sortear una confrontación en cualquier momento, pero aquí no se trata de demostrar eso.
¿Cuántos hombres en armas tiene hoy la disidencia del frente 33?
En los análisis que teníamos de personal hasta enero éramos alrededor de 1.200 hombres. La inteligencia maneja que se han se han desmovilizado alrededor de unos 200.
¿Y por qué la reacción militar de ustedes frente al Eln fue más bien pasiva?
Aquí lo que pasó con la situación de nosotros, militarmente, es que no hemos querido actuar como ha actuado el Eln, porque eso riñe contra los principios nuestros. La palabra empeñada fue devolverle la esperanza a la gente, traerle tranquilidad y, entonces, tendríamos que pasar al mismo plano de ellos, que es correr a nuestra gente. Hacer la guerra es lo más sencillo que puede existir, lo más difícil es hacer la paz. Por eso, si lo que se percibe es que nosotros estamos totalmente derrotados, mañana podríamos hacer una demostración de que no, pero en qué cambia eso.
Entonces, ¿usted insiste en que no están derrotados?
Nosotros no hemos estado derrotados y no lo vamos a estar en años. Está demostrado que los conflictos lo que sirven es para demostrar la capacidad de fuerza de la gente, para formar combatientes.
Lea además: Con bioingredientes, el sector panadero de Colombia reduce costos
El acuerdo que se firmó con el Gobierno tiene el respaldo de otros comandantes de la disidencia como Jhon Mechas, Richard, Willinton, Javier 33, entre otros, ¿todos entrarán a esa zona de Ubicación Temporal?
Ahí tiene que haber un equipo de gente, claro que sí, pero esto depende de los acuerdos de gradualidad que se firmen sobre, ¿quiénes vamos a llegar primero?, ¿quiénes van a llegar después?, ¿cómo va a ser el tránsito hasta la ZUT? Cualquiera podría ir inicialmente. No tenemos dificultad en quién sea el primero.
Si todos los hombres de la disidencia del frente 33 de las Farc, incluidos sus comandantes, se preagrupan en un solo punto, ¿el Catatumbo quedará a merced el Eln?
Uno aspiraría a que el Catatumbo sea de las comunidades y que sean las comunidades las que tengan el control del territorio. Igualmente, lo que uno espera es que el Estado, con sus instituciones, tome el control del territorio, porque, ¿qué lógica tendría yo estar en una ZUT y la gente de nosotros desplazada, nuestros familiares desplazados y el Eln haciendo de las suyas en todo el territorio. Aquí todos tenemos que hacer un esfuerzo y asumir una responsabilidad.
¿A ustedes no les preocupa quedar como servidos en bandeja de plata al Eln?
Si el Eln quisiera atacarnos hoy, nos atacaría, porque en las cortinas que hay, sabemos dónde están las unidades, dónde está el Eln y ellos saben dónde están las unidades nuestras. Entonces, si ese fuera el caso, dentro de la zona lo que estaríamos es fortalecidos, pues sería una gran cantidad de hombres en armas y estaríamos dispuestos a lo que fuera allí. Pero no se trata de eso, aquí la preocupación está es en la población.
Narcotráfico y cultivos ilícitos
Al entrar a esta zona de preagrupamiento y dar el siguiente paso en el proceso de paz, ¿renuncian ustedes al narcotráfico y al negocio de los cultivos ilícitos?
Primero que todo, hay que reconocer que nosotros nunca hemos sido narcotraficantes ni nunca hemos tenido cultivos. Los cultivos son de la gente de la región, de los campesinos.
Pero, ¿ustedes se financian con eso?
Siempre nos hemos financiado con el impuesto de la pasta base de coca, que es que la que cultiva el campesino, por eso yo siempre he dicho que los principales financiadores de las insurgencias en este caso son los campesinos, porque son los campesinos los que trabajan para dar el sustento o para pagar los impuestos que en este caso a la guerra. O sea, es contradictorio.
¿Y no es muy injusto culparlos a ellos o cargarles esa responsabilidad?
Lo que digo es que es injusto de parte nuestra o de parte de las organizaciones guerrilleras estar en un conflicto en la región, cuando los afectados son la población civil, que son los que terminan haciendo que nosotros podamos subsistir y sobrevivir en los territorios.
¿Qué aporte pueden hacer entonces, en ese proceso en el que van a entrar, para contribuir con la transformación hacia economías lícitas?
Nosotros tenemos iniciativas que veníamos implementando desde hace mucho tiempo para la comunidad. Por ejemplo, los proyectos de ganadería semiestabuladas. Los proyectos de palma. Lo que se busca es que el campesino pueda ser parte de la industria y convertirse en pequeños empresarios que puedan ir surgiendo.
Futuro en la disidencia
¿Usted se ve como un firmante de paz en unos cuantos meses?
Ya yo fui firmante de paz en 2016. Estuve preso, salí en el 2017 por el proceso y pienso que esa no es la connotación que estamos buscando hoy para este escenario. Hoy queremos ayudar a ser parte de las soluciones, pero no se puede repetir dos veces la misma historia.
Y si el proceso es exitoso y usted deja de ser comandante de la disidencia, ¿cómo se ve Andrey Avendaño?
Como un campesino. Siempre he sido un campesino. Nosotros no nos vemos en la política, eso no es para nosotros.
¿Si funciona esta Zona de Ubicación, se replicará en otras regiones?
Lo que nosotros decimos es: hagamos el ejercicio en el Catatumbo y si tiene funcionabilidad, si sirve para reducir los efectos de la confrontación y la violencia en el Catatumbo, y sirve para implementar proyectos alternativos y dignificación a la gente, a las comunidades, pues podemos dar el paso en otras regiones.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion .
