La guerra entre la disidencia del Frente 10 de las Farc y el Eln, que arrancó los primeros días de este año en la frontera de Arauca y el estado Apure (Venezuela), ha desplazado 3.860 personas y desde el país vecino han cruzado hacia Colombia 3.300 venezolanos buscando ayuda. Además, se reportaron 103 asesinatos entre enero y febrero.
Precisamente, esta crisis humanitaria motivó a Human Rights Watch a adelantar una contundente investigación, donde se ratificó y documentó lo que miles de personas han dicho desde hace más de cuatro años: que Eln y las fuerzas armadas venezolanas tienen un alianza para hacer de las suyas en la frontera.
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“Los grupos armados están cometiendo abusos brutales contra civiles en la frontera entre Colombia y Venezuela, en algunos casos con la complicidad de miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas, y la respuesta de las autoridades colombianas ha sido inadecuada e insuficiente”, señaló Tamara Taraciuk Broner, directora en funciones para las Américas de esta organización defensora de derechos humanos.
Además, Human Rights Watch instó a las autoridades colombianas a redoblar esfuerzos para proteger a la población y asistir a los desplazados, “y la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU debe investigar la responsabilidad de las fuerzas de seguridad venezolanas en los abusos de las guerrillas”.
Dentro de la investigación que adelantó esta organización internacional también hay testimonios de habitantes de esa zona fronteriza que aseguran que miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) han participado en operaciones conjuntas con el Eln, siendo cómplices de sus abusos.
Y en esa guerra por el control de territorio entre Eln y disidencia de las Farc, ambos grupos ilegales han matado a decenas de personas. “Muchos entrevistados dijeron que miembros del Eln buscaron a personas a las que acusaban de colaborar con grupos disidentes de las Farc. Los miembros del Eln mataron a algunas de estas personas, dijeron testigos, y se llevaron a otras. Algunas fueron asesinadas días después; las familias de muchas otras no saben qué ocurrió con ellas”, reveló la investigación.
Muerto en una operación
A raíz de esos cruentos enfrentamientos, las Fuerzas Armadas de Colombia decidieron enviar a Arauca un grueso componente de hombres, aeronaves y demás implementos de inteligencia para también atacar a los dos grupos armados ilegales y brindarle seguridad a la comunidad.
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Y en una de las operaciones que ejecutaron en esta zona, el pasado 24 de febrero, para contrarrestar esos sangrientos enfrentamientos, en Puerto Rondón (Arauca) el Ejército atacó un campamento de la disidencia del Frente 10 de las Farc, donde murieron más de 20 integrantes de esa organización criminal.
Entre los muertos cayeron Jorge Eliécer Jiménez Martínez, alias Arturo, y Martín Rogelio Ramírez Mogollón, ‘Ernesto’, jefe máximo y líder político de esa estructura criminal, respectivamente. Dos importantes objetivos, tanto para la Fuerza Pública como para el Eln.
Y al verificar el perfil de estos dos hombres, se pudo comprobar que ‘Ernesto’ vivió durante algunos años en Cúcuta y fungió como líder social, codeándose con representantes de las autoridades civiles, policiales y militares, además, participó en muchas marchas y luchas por la defensa de los derechos humanos.
Al llamar a varias personas, especialmente que se han caracterizado por pertenecer a movimientos políticos de izquierda o que han tenido que ver con organizaciones defensoras de derechos humanos o líderes sociales en Norte de Santander, y mencionarles el nombre de Martín Rogelio Ramírez Mogollón, muchas se quedaron calladas o simplemente dijeron que no querían hablar de él y preferían colgar su celular.
Pero hay otras que tomaron aire y señalaron que sí lo conocieron. Aunque advirtieron que todo lo que contaran debía ser bajo reserva de su identidad, pues no querían tener ningún tipo de problemas, porque saben en qué terminó convirtiéndose este hombre.
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Y fue así como poco a poco La Opinión logró conocer detalles de quién era esta persona y lo que hizo durante varios años en Cúcuta y el área metropolitana, antes de terminar siendo parte de esa organización criminal que surgió luego de la firma del proceso de paz con las extintas Farc.
De líder social a miembro de la disidencia
¿Quién es Martín Rogelio Ramírez Mogollón? Muy seguramente al leer este nombre solo algunas personas lo sabrán, pero si le ponemos la identidad que reposa en algunos informes de las autoridades judiciales: Ernesto Devia Mejía Casanova, alias ‘Ernesto’, mucha más gente se dará cuenta de que se trata del jefe político del Frente 10 Martín Villa, del comando conjunto de oriente.
Precisamente, esta estructura de la disidencia de las Farc, cuyos máximos líderes son Néstor Gregorio Vera Fernández, alias ‘Iván Mordisco’, y Miguel Botache Santillana, más conocido como ‘Gentil Duarte’, es una de las que mantiene la guerra a muerte con el Eln por el control de la frontera entre Arauca y Venezuela.
La primera vez que Martín Ramírez Mogollón apareció vistiendo un uniforme tipo militar, con un brazalete de la disidencia de las Farc y portando un fusil, fue el pasado 19 de diciembre, cuando esta organización criminal liberó al coronel Pedro Pérez Arciniegas, quien fue secuestrado el 17 de abril de 2021.
En Cúcuta, quienes conocían a Ramírez Mogollón, al verlo de esa forma y escuchar que lo identificaban con el alias de ‘Ernesto’, jefe político del Frente 10 Martín Villa, quedaron estupefactos, pues aunque llevaban más de dos años de no saber nada de él, no podían creer que hubiese terminado haciendo parte de ese grupo armado ilegal y ocupando tal posición.
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“Cuando lo vi en esa liberación del coronel del Ejército, en diciembre, no podía creerlo, él duró muchos años en Cúcuta como líder social, además, jamás habló sobre querer estar en la disidencia de las Farc. Para mí fue muy extraño verlo de tal forma. Definitivamente, caras vemos, corazones no sabemos”, comentó un defensor de derechos humanos nortesantandereano.
Un mal recuerdo
Según varias personas que lo conocieron, Martín Ramírez estuvo en las filas de las extintas Farc durante varios años, pero finalizando la década del 90 habría desertado y tuvo que esconderse por un tiempo, luego llegó a Cúcuta y fungió como un líder social, militando en varios movimientos y partidos políticos.
“Para 1998 o 1999 él habría desertado de las extintas Farc y lo extraño es que esa guerrilla no le hizo nada, pues eso lo castigaban hasta con la muerte. Luego de eso, llegó a Cúcuta y entró al partido comunista y la Unión Patriótica (UP), pero al tiempo salió de pelea con todo el mundo y lo expulsaron. Después habría entrado al Comité Permanente de los Derechos Humanos (CPDH) y también tuvo problemas y lo expulsaron”, señaló otro líder social.
Pero, según otro defensor de derechos humanos, “estando en esos movimientos, no se lo aguantaron, porque decían que era muy tramposo y embaucador, además hablaba más de la cuenta, y lo terminaron echando de todo eso. Como líder social estuvo hasta hace más de dos años, luego de ahí nadie volvió a saber de él”.
Presuntamente, Martín Ramírez desertó de las Farc en el Magdalena Medio y estuvo en Bogotá, Bucaramanga y finalmente llegó a Cúcuta a meterse en ese tema de la defensa de los derechos humanos.
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Y como hizo parte de esos espacios de las organizaciones sociales y políticas fue muy conocido hasta por algunos gobernadores de Norte de Santander y alcaldes de varios municipios.
“Él estuvo en todas las marchas que se organizaron para defender los derechos humanos y a los trabajadores. Se le alcanzó a ver hasta en la JUCO (Juventudes Comunistas de Colombia), pero de ahí también lo sacaron. Era muy conocido como Martín. Él se hablaba con los mandatarios departamentales y locales, lo que sucedió fue que era muy loco y charlatán y por eso no le prestaban mucha atención”, manifestó otro de los líderes sociales consultados por La Opinión.
Luego de salir de esos movimientos y partidos políticos, Ramírez Mogollón –explicó un defensor de derechos humanos- quedó dando vueltas en Cúcuta, mirando qué iba hacer. “Uno lo veía por ahí tomando café y hablando más de la cuenta sobre la guerra y las disidencias, pero luego no se le volvió a ver, hasta diciembre del año pasado cuando salió como jefe político del Frente 10. La verdad no se sabe bien cómo hizo para llegar a esa posición”.
Agregó: “ese tipo era un hablador de tiempo completo, siempre hablaba más de la cuenta. Es más, hubo algunos mandatarios departamentales que le tenían miedo, porque no hacía sino hablar de muertos y guerrilla e inventaba un poco de hazañas que supuestamente había hecho él, pero todo era carreta, porque vea no más como salió de las extintas Farc”.
Entre otras versiones que tienen algunos líderes sociales que conocieron e incluso frecuentaron a Martín, es que cuando lo vieron por primera vez como miembro de la disidencia de las Farc se asustaron y por eso no quieren referirse a él.
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Una de las fuentes consultadas que conoció muy bien a Martín Ramírez, al preguntarle sobre él, afirmó que, “no quiero hablar sobre ese señor porque es algo complicado e implica un riesgo de seguridad. Lo mejor es no decir nada sobre él. Fue una sorpresa verlo en esa posición con ese grupo armado ilegal”.
Al parecer, en 2016, cuando se estaba dando el acuerdo de paz con las Farc, Ramírez Mogollón se acercó a Caño Indio y habló con algunas personas y pidió perdón, señalando que sabía que la había embarrado y que quería ayudar en los proyectos productivos, “pero como ya lo conocían y sabían que era mentiroso, no lo aceptaron”.
Otro líder social aseguró que, “lo que se sabe es que él primero intentó entrar en el grupo de ‘Jhon Mechas’ por el Catatumbo, pero como que no le creyeron mucho, luego es que lo vemos en Arauca, ¿quién sabe qué hizo por allá y le creyeron?”.
Añadió: “uno lee en varios medios de comunicación que supuestamente ‘Gentil Duarte’ lo encargó del tema político del Frente 10 de la disidencia, pero la verdad como lo conocí, no creo que él fuera de tan altísimo valor”.
Y finalmente, Martín Ramírez Mogollón pasó a ser Ernesto Devia Mejía Casanova, alias ‘Ernesto’, del Frente 10 de la disidencia de las Farc. “Luego de la liberación del coronel del Ejército, se le vio en una entrevista con la periodista Salud Hernández, ahí si nos dejó a más de uno desconcertado, pues no entendemos cómo llegó a ocupar ese cargo en la disidencia”.
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