Una querella interpuesta por la familia Mozo donde denuncian la perturbación a la posesión mantiene en vilo la construcción de la línea de impulsión para optimizar el acueducto del municipio de Ocaña.
En estos momentos las obras están paralizadas mientras la Inspección Segunda de Policía verifica los permisos otorgados por el Instituto Nacional de Vías para la intervención en los terrenos aledaños a los 30 metros de lado y lado como lo establecen los lineamientos en la conservación de la franja de reserva para la instalación de los servicios públicos domiciliarios.
El malestar radica además en el respeto a la servidumbre, pues la maquinaria ingresa a los predios privados sin avisar a los dueños las razones de la ampliación de la tubería.
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Los asesores jurídicos conceptúan que existe una distancia de la zona de sesión donde el propietario debe permitir el ingreso, previa mediación de los permisos pertinentes y no de manera inconsulta, afirma la abogada María Ángela Mozo.
“Es como si, guardadas las proporciones, alguien ingresa a su casa sin permiso y abre un hueco en la sala. Entonces, los primos denuncian la manera como ingresan a la servidumbre arbitrariamente para hacer movimientos en los predios, es como si fuese una invasión de tierras”, agrega profesional del derecho.