La presencia de vallas, banderas y cilindros cargados con explosivos en los ejes viales, instalados de manera sorpresiva por grupos armados, ha sumido en la zozobra a la población civil de la provincia de Ocaña. La circulación vehicular es limitada y el impacto ya se refleja en el desabastecimiento de alimentos en las plazas de mercado.
La ilusión de una Navidad en paz se desvaneció en el Catatumbo. La zozobra y la incertidumbre persisten ante la falta de voluntad de los grupos armados para cesar las hostilidades. La tregua anunciada para fin e inicio de año nunca llegó y, en su lugar, el paro armado del ELN golpea con fuerza la economía y el comercio de la región.
El presidente de la Asociación de Comerciantes de Ocaña, Asís Gómez Márquez, hace un enérgico llamado a los grupos en conflicto para que muestren gestos de paz y al Gobierno nacional una política seria y contundente con el ánimo de encontrar una pronta salida a la encrucijada.
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“La situación se torna cada vez más difícil, la crisis está latente, y muchos venden sus negocios y se marchan de la ciudad”, recalcó.