La angustia e incertidumbre se apodera nuevamente de los habitantes de la zona del Catatumbo ante los sobrevuelos con aviones Kfir en las horas de la noche.
Las tensas relaciones diplomáticas con los Estados Unidos obligan a operaciones de control aéreo causando zozobra entre los agricultores de la subregión debido a las enormes hectáreas con cultivos de uso ilícito.
En aras de garantizar la soberanía y el control territorial en la frontera las Fuerzas Militares intensifica la frecuencia de los aviones despertando el temor generalizado de la población civil.
El presidente de la Asociación de municipios de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y zona del Catatumbo, Uber Said Conde, asegura que el conflicto armado ha tenido diferentes etapas y lo más preocupante es la continuación de la espiral de la violencia.
“A 11 meses de la crisis la confrontación se mantiene cuyo detonante corresponde a los intereses económicos y la disputa sociopolítica de los territorios”, indica el mandatario de Teorama.
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Mantiene la esperanza, más temprano que tarde, de unos encuentros para la convivencia pacífica encaminados a terminar con el derramamiento de sangre, vulneración de derechos, familias desplazadas, confinadas y heridas.