Los debates en la recta final de las sesiones ordinarias del Concejo están al rojo vivo, luego de que los integrantes de la Comisión de Presupuesto, por mayoría, hundieran el Programa de Inversiones y Gastos del municipio de Ocaña para la vigencia 2026.
Esta decisión, considerada por algunos como acertada y por otros como amañada, obliga al alcalde Emiro Cañizares Plata a adoptar el proyecto por decreto, sin tener en cuenta las recomendaciones de la corporación.
La chispa que encendió la polémica fue el voto en contra del presidente de la Comisión, Evelio Rangel, quien, pese al estudio pormenorizado de sus compañeros, inclinó la balanza hacia un resultado negativo. Esto facilitó el procedimiento al mandatario local, a pesar de las modificaciones planteadas por la coalición mayoritaria, cuyos miembros intentan retomar la iniciativa en un segundo debate, declarando prórrogas hasta el 10 de diciembre.
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El concejal William Felipe Sánchez Casadiego asegura que “no hay vuelta de hoja”, pues la iniciativa se hundió y resulta imposible revivirla.
Extraña ausencia
El episodio más comentado ocurrió el viernes 28 de noviembre, cuando se definía la suerte de iniciativas trascendentales para el municipio, entre ellas el intento de revivir el Programa de Inversiones y Gastos, hundido en Comisión.
La sesión inició a las 8:30 de la mañana y se notó la ausencia del presidente de la Comisión de Presupuesto, Evelio Rangel, quien no había comparecido desde el lunes 24 de noviembre para firmar el acta correspondiente al primer debate.
Los concejales de la coalición mayoritaria lo tildaron de irresponsable y solicitaron a los entes de control iniciar un proceso por ausentismo. Incluso, Luis Alfonso Díaz Barbosa, de manera sarcástica, pidió durante su intervención a la Policía Nacional, la Fiscalía, Medicina Legal y el Grupo de Operaciones Especiales organizar un “bloque de búsqueda” para encontrar a Rangel, a quien calificó de extraviado durante varios días.
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El presidente de la corporación, Dairon Rangel Julio, visiblemente molesto, manifestó que el portador de la credencial no puede afectar el ritmo de trabajo de esa manera y censuró su actitud.
Aparece y desaparece
Consultado sobre el tema, William Felipe Sánchez justificó la ausencia del concejal Rangel al parecer por una gastroenteritis, aunque llamó la atención la falta de un certificado médico.
Minutos después, cuando la plenaria se disponía a votar la iniciativa de adquisición de áreas estratégicas para la conservación de los recursos hídricos, el ponente Luis Eduardo Botello Sarmiento arremetió contra el presidente de la Comisión por no firmar el acta del primer debate, calificando su postura como irresponsable.
A las 11:03 de la mañana, Rangel irrumpió en el recinto —descrito por algunos asistentes como una “figura fantasmagórica”—, usando tapabocas. Se sentó, revisó mensajes de WhatsApp, votó favorablemente el proyecto y abandonó el lugar tranquilamente ante la mirada atónita de sus colegas.
El debate continuó con el proyecto de financiación del transporte escolar para niños de la zona rural en la vigencia 2026, para el cual también le correspondía firmar el acta en calidad de presidente de la Comisión.
Exactamente como “un reloj suizo”, llegó puntualmente, reveló su voto favorable y volvió a marcharse, lo que enardeció a los integrantes de la coalición mayoritaria, quienes exigen una investigación exhaustiva.
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“Llegar para decidir la suerte de dos iniciativas es una actitud reprochable. Si se configura la ausencia en tres proyectos dentro del mismo periodo, hay causal de pérdida de investidura. No rindió informe sobre las razones del hundimiento del presupuesto, constituyéndose en una maniobra irrespetuosa con la corporación y sus obligaciones”, indicó Deiby Arias Quintero.
El silencio sepulcral
Cuando abandonaba el recinto, este medio abordó a Evelio Rangel, quien mantuvo hermetismo mientras se recupera de sus quebrantos de salud.
Rangel afirmó que cuenta con incapacidad médica y negó haber actuado de manera irresponsable.
“Vine, cumplí con el deber de votar unas iniciativas importantes para la comunidad y me voy sin causar daño a nadie”, señaló.
Sobre el hundimiento del presupuesto respondió con voz quebrada:
“No tengo palabras en estos momentos. Después, cuando me recupere, explicaré en detalle”, enfatizó, haciendo referencia a la prescripción médica.
“Tenía que demostrar mi responsabilidad como concejal, porque después de tres proyectos de acuerdo es mejor no cometer errores. Así como hay amigos, también proliferan los enemigos”, puntualizó.
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Fue categórico al afirmar que el alcalde tiene la última palabra respecto al Programa de Inversiones y Gastos para la próxima vigencia, el cual asciende a 192.088 millones de pesos.
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