Viviana Rodríguez tiembla, atleta tolimense y exintegrante de El Desafío, relató públicamente uno de los episodios más dolorosos de su vida: una relación marcada por el maltrato físico y psicológico a manos de su expareja y padre de su hijo.
Conocida en todo el país por su participación en el reality de supervivencia El Desafío, la lucha de las regiones en 2019, Viviana es mucho más que una figura televisiva. Es entrenadora personal, madre, mujer resiliente y sobreviviente de violencia intrafamiliar. Y hoy se atreve a contar su historia.
“No vi las señales a tiempo”, confiesa. “Parecía un hombre tranquilo, pero con el tiempo mostró su lado más agresivo”. La primera vez que la agredió, recuerda, fue cerrándole el computador sobre las manos, mientras ella trabajaba. También le rompió la pantalla del portátil. “Era su forma de hacerme sentir que no valía”, dice.
Viviana intentó sostener la relación por su hijo. Soñaba con ofrecerle un hogar con ambos padres presentes, pero lo que vino fue una cadena de abusos: insultos sobre su edad, burlas hacia su carrera deportiva y un menosprecio constante hacia su independencia. “Me decía: ‘¿Para qué entrena tanto?’, o ‘usted ya está muy vieja para correr maratones’. Yo llevo 15 años siendo atleta. Eso soy y nadie va a cambiar mi esencia”.
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La situación llegó al límite cuando, tras confrontarlo por una infidelidad, él la estrelló contra la pared frente al niño. “Ahí dije: ‘Esto no me lo aguanto más’”, relata. Fue entonces cuando acudió a la Fiscalía y obtuvo una orden de alejamiento por tres meses. Pero la violencia no terminó ahí. Poco después, la familia del agresor la obligó a abandonar el apartamento donde había vivido por seis años con su hijo. “Imagínese estar en una crisis emocional, con un niño, y que le pidan el lugar donde uno ha construido hogar”.
En medio del proceso legal, Viviana sufrió un accidente en moto que la dejó hospitalizada en cuidados intensivos. “Después de mi fractura, dije: ‘Voy para arriba’”. Separada desde hace ocho meses, afirma que su prioridad ahora es sanar y proteger a su hijo. “Esto dejó secuelas y no se puede quedar como si nada”, dice con firmeza. “Debo declarar la próxima semana. No es fácil, pero hay que enfrentarlo”.
Su testimonio, compartido en el programa La Red de Caracol Televisión, busca convertirse en un mensaje de alerta y esperanza. “Es difícil aceptarlo, pero hay que encontrarle un propósito a lo que nos pasa. Tenemos dones para transformar desde el amor”.
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