El 13 de abril de 1983, en la avenida Cero del centro de Cúcuta, Gabriel Francisco García Acevedo puso el primer cimiento de lo que, 40 años después, es uno de los restaurantes más reconocidos de la ciudad y parte de la identidad gastronómica de esta zona de frontera.
Carritos nació en un carrito de comidas rápidas en la calle, pero gracias al esfuerzo, constancia y el trabajo honesto, como lo describió García, transformó el emprendimiento en una sólida empresa. Ese logro fue el que lo llevó a ser reconocido, recientemente, con el Premio al Mérito Empresarial en la categoría de Empresario Benemérito, por parte de la Universidad Simón Bolívar.
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“Me doy el gusto de decir que tengo 70 familias que dependen directamente de Carritos. Tengo cuatro sedes: acá (avenida Cero con calle 16), en el centro comercial Jardín Plaza, y dos en Bogotá, que son como los consulados de Cúcuta en la capital de Colombia”, señaló García.
El empresario considera a sus empleados como “miembros de la familia Carritos” y explicó que una clave de su éxito se debe a que no aprendió a ver trabajos pequeños.
“Cualquier trabajo que tú emprendas, desde que lo hagas con entusiasmo, con berraquera, sales adelante. Una hija de (Fernando) Botero me dio una enseñanza muy grande, que el maestro le dijo: ‘sí que usted quiere ser universal, tiene que empezar por ser local’, y así empecé yo”.
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Gabriel García expresó que no solo los perros calientes, las hamburguesas y los otros platos de comidas rápidas que vende en sus restaurantes le han dado el reconocimiento. Su portafolio de productos comprende distintas preparaciones con frutas, para darles “gusto a la gente en lo que quiera”.
“Tengo una historia muy simpática. Hace unos años tenía una parrilla de carbón y vino la moda de la roca volcánica, era mucho más práctica y mandé hacer una parrilla de roca volcánica. Por las noches la puse a trabajar y la gente me decía: ‘¿Gabriel, usted con permiso de quién hizo esto? Recuerde que los clientes somos nosotros’. Me duró 8 días, la tuve que quitar porque la gente me lo exigía”, recordó.
El empresario gastronómico destacó que ahora tiene unos hornos que trabajan con carbón y son muy rápidos, porque en 5 minutos cocinan 60 pinchos o brochetas.
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La confianza en sí mismo
Gabriel García indicó que otras de sus claves para lograr el éxito es la confianza en sí mismo. “Si usted quiere superar un obstáculo, tiene que atacarlo y vencerlo, usted no vence un obstáculo, si no se le mide hacerlo. Lo regalado no sirve y todo en la vida tiene un esfuerzo”, agregó.
Destacó que no navega en el mundo digital, sino naufraga, por lo que ha contratado el personal idóneo para que Carritos no quede rezagado. Digitalizó los tableros de los menús, cuenta con digiturnos y los clientes pueden pagar por transferencias o con tarjetas bancarias.
“La digitalización me muerde y, cuando uno no sabe, uno tiene que buscar quien sepa”, añadió.
García dijo que es ‘pluriciudad’, porque nació hace 77 años en Barrancabermeja, lo criaron en Zapatoca, se formó en Bucaramanga y hace cuatro décadas dejó Santander para convertirse en hijo adoptivo de la capital de Norte de Santander. “Adoro Cúcuta y me considero más cucuteño que mucha gente”.
Finalmente, manifestó que espera ver en 10 años, si Dios le permite, su empresa mucho más grande y generando más empleo.
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