El elefante blanco de Chitagá murió luego de 12 años. El proyecto de vivienda bautizado Villa Lina, para 140 familias vulnerables, revivió y con un nuevo nombre.
Hace 15 días, el alcalde Yorman Suárez firmó el documento en el que la fiduciaria de la obra le entrega el terreno, la construcción sin terminar y el lote adyacente para materializar un segundo urbanismo habitacional.
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“Recuperamos la fe, las ganas de soñar en un pueblo donde muchas familias habían perdido la esperanza de tener un hogar propio. En el primer año y diez meses que lleva esta administración, logramos que nos devolvieran el predio que está al lado de Villa Lina, en donde vamos a construir más de 60 viviendas, y el predio donde están las torres”, indicó a La Opinión el mandatario municipal.
Suárez explicó que retomaron las obras de lo que se llamará ahora la urbanización La Victoria, pues, con el cambio de nombre, cierran también ese capítulo de corrupción; además, se considera un triunfo de la Alcaldía para las familias que se beneficiarán del proyecto.
“Con el equipo de las secretarías de Gobierno y de Planeación se trabajó para esta victoria; fueron más de 97 reuniones que durante cinco años tuve en Bogotá, para que finalmente, con el Ministerio de Vivienda, se llegara al acuerdo jurídico. Así, el proyecto deja de ser un elefante blanco y en los próximos meses, enero o febrero, empezamos la reconstrucción, con una meta bastante ambiciosa: que al iniciar el 2027 estén listas las 140 escrituras para los ocupantes”, precisó Suárez.
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El alcalde recordó que, ante el Minvivienda, pudieron gestionar $872 millones para los estudios técnicos de la actual construcción, con el fin de saber cuánto cuesta terminar las cuatro torres y edificar las tres restantes y ver la viabilidad de retomar los trabajos, lo cual es factible.
Dar vida a La Victoria costará alrededor de $8.500 millones, según Yorman Suárez, para lo cual la Alcaldía de Chitagá ya cuenta con $4.000 millones de parte del gobernador William Villamizar.
“Estamos en la tarea de buscar más recursos. La ministra Helga Rivas (de Vivienda) nos va a colaborar en conseguir dinero para el siguiente año”, subrayó Suárez.

¿Y los beneficiarios?
Hace 12 años hubo una selección de quienes recibirían uno de los apartamentos; incluso, les entregaron un recibo con la supuesta adjudicación. Sin embargo, de acuerdo con el alcalde, ese documento no fue un registro oficial.
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“Nunca hubo inscripción de beneficiarios. En ese entonces, políticos les dijeron mentiras a la gente, porque la obra nunca llegó a un 80% de avance, que es cuando se asignan beneficiarios; se quedó en 65%. Solo fue un espacio político para jugar con las emociones de la comunidad. Vamos a crear una asociación y hacer un censo casa a casa por medio de las juntas de acción comunal, para darle vivienda a quienes en verdad la necesitan”, manifestó.
Yorman Suárez dijo que el próximo año también esperan entregar los 60 lotes con escrituras, urbanismo que llamarán Antonia Moret, en donde estas familias podrán hacer realidad su sueño de un techo propio, a través de un mejoramiento de vivienda que también les subsidiará la administración. Terminar la construcción del inmueble dependerá de cada hogar.
Además de los 140 apartamentos de Villa Lina y los 60 lotes de 90 metros cuadrados, la Alcaldía compró un terreno que se dividirá en cerca de 80 predios, para que más chitaguenses de bajos recursos puedan tener una unidad habitacional.
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Así, Suárez estima terminar su período de gobierno con alrededor de 280 soluciones de vivienda.
El dato
Villa Lina se concibió como un proyecto de Vivienda de Interés Prioritario (VIP). El Consorcio Viviendas Chitagá, que tenía a cargo la construcción, se quedó insolvente y pidió a Fiduciaria Bogotá prorrogar el contrato para poder buscar el dinero faltante. Se hicieron prórrogas desde 2013 hasta 2016, cuando el contratista y la fiducia desistieron y el convenio expiró.
Ahora, el Ministerio de Vivienda devolvió a la Alcaldía el lote de 16.000 metros cuadrados y el área construida.
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