En el marco del foro de actualización en seguridad vial llevado a cabo por la Secretaría de Movilidad de Cúcuta y la Defensoría Nacional para la Seguridad Vial, se abordaron temas orientados a avanzar en la reducción de la siniestralidad vial en la ciudad.
La dependencia municipal dio a conocer los ejes en los que han venido trabajando los articuladores viales y los agentes de tránsito civiles, estos últimos responsables ahora del trabajo que adelantaba la Seccional de Tránsito y Transporte, antes adscrita a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).
Después de 25 años, hay autoridad propia
La última vez que hubo civiles en el control del tránsito municipal fue durante la administración del alcalde encargado José Fernando Bautista, quien fungió como dirigente entre agosto de 1999 y noviembre del 2000.
El secretario de Movilidad, Joan José Botello, explicó a La Opinión cómo se ha dado el cambio del modelo de control vial, las tareas de socialización y pedagogía que se han efectuado en diferentes escenarios, y la proyección de esta autoridad civil, después de cerca de 25 años en los que los encargados del control vial eran miembros de la institución policial.
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Botello afirmó que actualmente Cúcuta cuenta con 55 agentes de tránsito; asimismo, proyectó que para finalizar el año podrían ser 70, y para el 2026 se espera llegar a 120. Sumado a ello, precisó que hay 150 articuladores viales, quienes ejercen control en puntos críticos de movilidad en la ciudad.
El jefe de despacho enfatizó en que el buen comportamiento ciudadano es la clave para mejorar la cultura vial.
“Independientemente de que tengamos 100, 200 o 300 agentes de tránsito, lo más importante es la conducta vial de cada uno de nosotros, el comportamiento que tengamos en la vía, así sea como peatón, ciclista o conductor de un automotor”, expresó.
Ante los cuestionamientos que se han hecho en redes sociales sobre la preparación de los nuevos agentes, el secretario resaltó que la vinculación de los mismos se dio bajo los lineamientos del Código Nacional de Tránsito (Ley 769 de 2002), por lo que cada uno cuenta con formación técnica certificada en seguridad vial, avalada por el Ministerio de Transporte.
Esta formación se complementa con cursos en medición de alcoholemia, policía judicial y próximamente en atención al usuario.
Menos sanción, más prevención
La defensora nacional para la Seguridad Vial, Luceidy Rodríguez, quien representó la mirada nacional en el evento, legitimó el proceso que se lleva a cabo desde lo local y reforzó el mensaje de prevención para los actores viales.
Rodríguez instó a continuar con el trabajo conjunto entre ciudadanía y autoridades. “Le estamos apostando a menos sanción y más prevención; para ello necesitamos cambiar esa cultura ciudadana de hacer trampa, de no respetar las normas de tránsito”, manifestó.
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La defensora ratificó que, con esta nueva autoridad civil, el municipio asume por completo la responsabilidad en la gestión vial, por lo que invitó a los cucuteños a respetar a estos funcionarios.
“Los agentes civiles no son enemigos de los cucuteños, porque, entre otras cosas, son paisanos de ustedes, viven aquí. No podemos salir a atropellarlos; son una autoridad y se han formado para cumplir con su deber”, sentenció.
La directora de proyectos de la Fundación Ciudad Humana, María Fernanda Santacruz, resaltó el trabajo que se adelanta para prevenir siniestros viales a través de la sensibilización. Al mismo tiempo, comentó que presentó una estrategia para proteger a los menores de edad que se movilizan en motocicleta.
Según el consultor en seguridad vial, Fernely Castañeda, el éxito de cualquier autoridad de tránsito en el mundo radica en la profesionalización de su personal.
“Un agente de tránsito bien formado va a evitar cometer actos arbitrarios, injustos e irregulares, porque se va a ceñir a la norma y no a lo que él piensa”, indicó.
Por otro lado, destacó que el respeto mutuo entre el funcionario y el ciudadano es fundamental para una convivencia enmarcada en la tolerancia. Comentó que, aunque el paso de una fuerza policial a una civil puede verse como un avance, lo más importante sigue siendo el comportamiento ciudadano. “Nada ganamos con poner militares, policías o agentes azules si las personas no tienen una buena cultura vial”, afirmó.
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