El barrio Bogotá, ubicado en la Comuna 3, evolucionó de ser una zona boscosa a convertirse en un sector de diez cuadras que guarda historias y diversas tradiciones. Su origen se remonta a 1975, cuando un grupo de vecinos provenientes del barrio San Mateo inició la limpieza y construcción en estos terrenos.
De acuerdo con los habitantes, hacia 1981 el barrio ya contaba con algunas viviendas y, en 1985, se obtuvo la personería jurídica que le otorgó el nombre de barrio Bogotá.
El origen de su nombre, según explicó una vecina, se debe a que uno de los fundadores era oriundo de Bogotá y, al llegar a este lugar, el clima fresco le recordó a su ciudad natal.
Una vez consolidado, el barrio se mantuvo en constante crecimiento, aunque con el problema de no contar con espacios públicos. Fue durante la Alcaldía de Manuel Guillermo Mora, entre 2001 y 2003, cuando la administración le brindó recursos a este sector para su desarrollo.
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El colector de aguas lluvias fue el primer proyecto que se ejecutó. Después, entre 2004 y 2007, la Alcaldía otorgó los recursos para la construcción de los parques que actualmente tiene el barrio.
Lo mejor
El aspecto que más resaltaron los habitantes de este sector es la tranquilidad con la que viven. Agregaron que nunca se presentan robos ni otros hechos violentos.
La comunidad indicó que esto se debe a la buena cultura de los vecinos y a la constante vigilancia por parte de la Policía. También aclararon que no se observa consumo de estupefacientes ni presencia de habitantes de calle en la zona.
Otro hecho que destacaron los residentes es la vista privilegiada que tienen hacia toda la ciudad y el clima fresco del que gozan por estar ubicados en una parte alta.
“Algunas personas incluso salen a caminar en la madrugada por el buen ambiente y la tranquilidad que hay”, puntualizó un ciudadano.
Asimismo, este lugar se caracteriza por su vegetación y por la oportunidad que tienen las personas de ver aviones volando a baja altura.
Sobre las zonas verdes, Javier Calvo detalló que varios vecinos se han dedicado a sembrar plantas de mango, papaya y sábila en uno de los parques, y algunos al frente de sus viviendas. Explicó que, como este barrio fue construido sobre una montaña, todavía se pueden observar amplias extensiones de vegetación.