Cuando ya se cumplen cinco días desde el asesinato de Dairon Nayib Montañez Balaguera, en Pamplona, su victimario sigue en libertad, a pesar de que las autoridades y la misma familia de la víctima ya lo tengan señalado.
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Con el pasar de las horas, la aparición de nuevos videos de seguridad y testimonios, el caso ha adquirido un nuevo enfoque, tan así, que el presunto responsable que había sido capturado en el acto en la noche del pasado viernes, 3 de octubre, ya fue dejado en libertad.
Y es que, las autoridades comprobaron que el sujeto no fue aquel que le propinó la puñalada en el corazón que acabó con la vida del joven de 25 años de edad. El verdadero responsable seguiría libre y la familia Montañez señala a un sujeto conocido como Fabián.
Al comprobar con fuentes de la Policía de Norte de Santander, afirmaron que con la revisión de las cámaras habrían establecido la identidad del señalado y que le estaban siguiendo el rastro. Aunque su captura podría estar lejana. El rumor que corre las calles de Pamplona es que durante los actos fúnebres de Dairon, el sujeto, junto con su pareja sentimental, salieron del municipio.
Su última noche
Esa noche, Dairon salió junto con su mamá, su hermana y su sobrina, a cobrar una rifa que había organizado la familia; posteriormente, el antojo de comer perro caliente los hizo salir de la casa a buscar un puesto de comidas rápidas.
Tras hacer la compra, la familia se encontró de frente con Fabián, quien es el padre de la sobrina de Dairon, y con la nueva pareja del sujeto, quien habría iniciado una discusión con la expareja.
La situación pronto escaló y las mujeres se fueron al suelo a punta de jalones de cabello. Aunque nadie se entrometió en un primer momento, pronto Fabián habría lanzado unos golpes a su expareja, motivo por el cual Dairon decidió meterse en el conflicto.
El joven se armó con un cinturón, pero la situación se complicó aún más.
“Papita, ¿no me va a ayudar o qué?”, se escuchó en medio del conflicto, proveniente de la pareja de Fabián, en dirección a uno de sus amigos que estaba en los alrededores.
Y Papita no habría dudado en hacerlo, poniendo la situación en desventaja para los Montañez, motivo por el cual la mamá de Dairon también optó por meterse en la pelea, que ya se había salido de control.
El ruido alertó a los residentes del barrio Simón Bolívar, donde se dieron los hechos. Algunos se asomaron a sus ventanas para ver lo sucedido, e incluso una persona decidió grabar, registrando el momento exacto en que un arma blanca salió a relucir y terminó en el costado izquierdo del pecho de Dairon, ocasionándole una herida directa en el corazón, que le quitó la vida en el acto.
La puñalada fue el momento álgido del hecho. Después de eso, las personas se dispersaron, y en el suelo quedó tendido el cuerpo del joven, mientras su mamá gritaba: “¡No me lo dejen morir!”.
Pronto un motorizado llegó al sitio y subió a la víctima al vehículo; junto con otra persona, lo trasladaron de emergencia al Hospital San Juan de Dios, pero todo esfuerzo fue en vano.
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No fue Papita
Tras confirmarse la muerte, al hospital llegaron las autoridades, entre esos miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, que iniciaron las primeras indagaciones y recopilaron las versiones de los participantes directos del hecho, “¡fue Papita!”, se afirmó rápidamente.
Por lo mismo, este sujeto fue localizado y detenido por las autoridades, como el presunto responsable. Sin embargo, él constantemente negó su responsabilidad y afirmó que no pegó la puñalada y al ver por las cámaras de seguridad se pudo comprobar que su afirmación era correcta.
Los indicios apuntaban a Fabián y su expareja, fue allí que un video empezó a circular en redes sociales, grabado desde un edificio por una de las vecinas quien dice “lo apuñaló el de pijama rosada”, descripción que encajaba con la vestimenta de Fabián ese día, quien también portaba una gorra blanca.
Se pudo conocer que estos videos ya están en control de las autoridades, al igual que los de las cámaras de seguridad instaladas por la administración municipal, material que deberá ser clave para el avance de la investigación, aunque según cuentan, parece tener pocos avances.
“El caso tiene mucha negligencia de la Fiscalía, la familia fue citada, pero les dijeron que no se ha avanzado en el proceso para la orden de captura del culpable, y ahora se dice que se voló de Pamplona”, comentó para este medio Mireya Montañez, tía de la víctima.
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La movilización
Ante esta situación, la familia Montañez decidió “hacer ruido” por sus propios medios y utilizar las redes sociales para darle más visibilidad a lo sucedido, en forma de denuncia y demanda de avances.
Mireya participó en la organización de una velatón en homenaje a Dairon, precisamente en el punto en el que le quitaron la vida, y que además trae un significado muy personal para la familia, pues allí mismo había sido asesinado el padrastro del joven, 7 años atrás.
El día que cambió todo
Sucedió en la mañana del 1 de enero de 2018, tras la celebración de Año Nuevo, que en plena vía pública inició una riña, en la cual se perpetró el homicidio de Carlos Eduardo Contreras Rosales, de 37 años de edad, quien recibió una grave herida en el cuello.
El hecho ocurrió sobre las 8:15 a.m., y Carlos murió en los brazos de un joven Dairon, quien no pudo hacer nada para evitar su fallecimiento. En el acto, la comunidad detuvo a Wilton Maldonado Conde, como presunto responsable del hecho, a quien le encontraron un arma blanca en su poder.
Según cuentan, a pesar de no ser familiares de sangre, Carlos Eduardo fue la figura paterna principal en la vida de Dairon, cuidándolo en todo momento y jugando un rol muy importante en su vida, razón por la cual el joven, de apenas 18 años en ese entonces, no volvió a ser el mismo.
Se apagó una estrella
Desde muy joven, Dairon demostró pasión y talento por el deporte, en especial el atletismo, participando en torneos regionales y nacionales, incluso llevando medallas a su natal Pamplona, siendo entrenado por grandes nombres del deporte pamplonés.
Lamentablemente, lo ocurrido con Carlos pareció poco a poco desvanecer el interés del joven por el deporte, al igual que por el estudio, pues abandonó la universidad tras estudiar cuatro semestres de educación física.
Sin embargo, el hecho nunca apagó su espíritu alegre y carismático. “Él era la alegría de la casa, una recocha constante para todo el que estuviera cerca”, recordaron con pesar sus familiares, agregando que era muy fácil tomarle cariño.
Hecho que se vio demostrado en su entierro, donde conocidos, amigos y familiares acudieron en multitud a darle un último adiós, en un panorama que dejó perpleja a la mamá de Dairon, a quien se le escuchó decir: “hoy me di cuenta que crié un buen ser humano, no pensé que fuera amigo de tantas personas”.
A la despedida acudieron decenas de personas, en motos, carros, caminando, por sus propios medios para acompañar a la familia Montañez, que despidió de esta vida a una promesa del deporte, un gran hijo y un buen ser humano.
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