Los nortesantandereanos nos hemos quejado durante mucho tiempo por el olvido en que ha estado el acontecimiento más importante de la fundación de Colombia, el Congreso de Villa del Rosario de Cúcuta que expidió la Constitución de 1821 con la cual nació la República.
Lo que queda en pie de la iglesia donde se reunió el Congreso debería ser el Altar de la Patria, y las edificaciones aledañas deberían elevarse al nivel de los más importantes monumentos nacionales. Pero, en exaltar esto hemos sido demasiado modestos, y nuestros políticos de diversas generaciones igualmente han sido indolentes y descuidados, talvez, porque no les significan mucho valor electoral. Habría que ver.
Que yo recuerde, la última intervención importante del Parque Grancolobiano de Villa del Rosario se hizo en la administración del Ministro de Obras Públicas Enrique Vargas Ramírez en la década de los ochenta. En esa ocasión se erigió la gran escultura del General Francisco de Paula Santander, que se yergue como símbolo de la nacionalidad, y como homenaje al “Hombre de las Leyes” que puso las bases de la estructura política y jurídica de Colombia.
Afortunadamente, la casa natal de Santander se conserva de manera impecable por el Ministerio de Cultura, donde funciona el museo que se creó para honrar al gran colombiano.
Este año se cumple el Bicentenario de la que se ha llamado la Constitución de Cúcuta, aprobada el 30 de agosto de 1821, que consagra el nuevo régimen nacional surgido con la Independencia. Uno de los acontecimientos más trascendentales de la historia patria.
El Gobierno Nacional está desarrollando una nutrida programación desde hace ya varios meses, que culminará con solemnes eventos el próximo agosto en Villa del Rosario, cuando se anunciarán importantes obras a desarrollar en el Departamento para hacer justicia a nuestro aporte a la consolidación de la nacionalidad.
La Academia de Historia de Norte de Santander, que inició actividades en 1934 como Centro de Historia, por primera vez ocupa un sitial de honor en estas celebraciones, y será la oportunidad para dar a conocer sus importantes funciones que, según sus estatutos, tiene entre sus objetos fundamentales el de colaborar en la conmemoración de acontecimientos de valor histórico, y vigilar el mantenimiento de los monumentos históricos actuales, así como promover la erección de otros que exalten acontecimientos y personajes.
La Academia de Historia de Norte de Santander acaba de elegir la nueva Junta Directiva que tendrá la misión de participar en los solemnes eventos señalados, y contribuir a su desarrollo exitoso. Fueron elegidos como Presidente y Vicepresidente los destacados académicos Olger García y Mario Villamizar Suárez, a quienes les deseamos que culminen con todo acierto su delicado compromiso, al que debemos contribuir todos los miembros de la venerable institución.
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