Una nueva nube gris de ineficiencia se posa sobre el sector salud en el Gobierno nacional: la suerte de las vacunas contra el virus covid-19, que ha cobrado la vida de 143.039 personas desde marzo de 2020.
De esa nube cae un aguacero de $306.000 millones, que corresponde al valor de 7.559.179 dosis contra el virus que se compraron durante el gobierno de Iván Duque. Una pérdida de recursos que equivale a más de cuatro veces de lo que se perdió en el anticipo del recordado contrato de Centros Poblados en 2021.
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Así lo relató una investigación del portal La Silla Vacía, que evidenció cómo entre febrero de 2022 (final del gobierno Duque) y agosto de 2023 (primer año de gobierno Petro) se desperdiciaron millones de vacunas contra el covid-19, cuya mayoría se quedaron esperando en contenedores en la Zona Franca de Bogotá o porque se pasaron de la fecha de vencimiento.
La publicación señala que en total se perdieron 7,8 millones de dosis, lo cual representa el 8,6% del total de 90,7 millones que han sido aplicadas desde febrero de 2021. Y el 96,9% de esas se botaron a la basura en el gobierno de Gustavo Petro.
De hecho, las cifras del Ministerio de Salud muestran la evolución de la vacunación durante los últimos tres años. Mientras en los tres primeros meses desde que inició la vacunación masiva (febrero, marzo y abril de 2021) se aplicaron 4,9 millones de dosis, en los mismos meses de 2022 se aplicaron 11 millones. Para el mismo periodo de este año, la cifra solo llegó a 339.000 dosis.
Ahora bien, esta cifra no refleja el trasfondo del problema, pues entre finales de 2021 y principios de 2022 se alcanzó un techo de vacunación que fue cercano al 80% de la población, que fue la cifra que quedó cuando se fue Iván Duque de la Presidencia. De ahí en adelante, subir esa cifra era más complejo debido a que el porcentaje que falta corresponde a personas que se negaron a vacunarse siempre.
La principal falla del gobierno de Petro, como dijo el investigador en salud de la Universidad Johns Hopkins Andrés Vecino, fue en “vacunar en el margen intensivo”, que significa emprender acciones para “asegurarse de que quienes se vacunaron continúen aplicándose las dosis de refuerzo y las dosis monovalentes”.
De hecho, la investigación de La Silla Vacía muestra que en redes sociales el Ministerio de Salud bajó drásticamente las campañas en la red social X (antes Twitter) de vacunación. Pasó de un pico de 106 trinos en noviembre de 2021 y 82 en abril de 2022 a 11 en agosto de 2023.
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“Falló ahí el Gobierno porque no hubo seguimiento de esa población. Pasó un año y no se siguió vacunando en ese margen, no se vacunó a menores de tres años y a personas mayores con la misma intensidad con la que se hizo al principio”, agregó Vecino.
Lo preocupante también es las que faltan por vencerse. Hay 1,2 millones de vacunas cuya fecha de vencimiento es el próxima 16 de noviembre. Lo que se traduce en que, a fecha de hoy, se deberían aplicar 155.000 dosis a la semana para que no terminen igual que las 7,8 millones que se perdieron.
Un reto que, a juzgar por el número de dosis aplicadas en este año, parece difícil de alcanzar cuando su pico de más efectividad fue en febrero con 144.000 vacunas puestas.
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