Carlos Andrés Pérez Ortiz, de 34 años, trabajaba lavando carros y motos en un lavadero. Vivía con su madre, Martha Cristina Ortiz Velázquez, en el barrio Roma (Kennedy) y soñaba con tener su propio restaurante y comprar una moto.
“Mi hijo era muy humilde. Si veía a alguien con hambre, me decía: ‘Mamá, déle comida porque él no tiene’. Desde niño fue así”, recuerda entre lágrimas doña Martha.
Desgarrador relato de una madre tras el asesinato de su hijo en Kennedy
El pasado 12 de septiembre, Carlos Andrés salió de su casa alrededor de las 9:30 de la noche tras recibir una llamada. “Él me dijo: ‘Ya vengo, no me demoro’, y nunca volvió”, cuenta su madre. Según su relato, estaba acompañado de tres personas: “el amigo que lo llamó, otro muchacho y la pareja del que lo llamó”.
Minutos después, cerca del puente peatonal de Roma, sobre la avenida Primero de Mayo, una moto se les acercó. “Le dijeron algo por la camiseta de Millonarios que él llevaba puesta, y él también respondió. De ahí los tipos se fueron, pero luego lo persiguieron”, agregó.
“Mi hijo no era barrista. El fiscal allá dijo que era barrista, pero no. En la casa ni siquiera hay un escudo de Millonarios. A él solo le gustaba ponerse las camisetas y ver los partidos”, aclara Martha Cristina.
En Kennedy, al parecer, asesinaron a Carlos por llevar puesta una camiseta de Millonarios. | Foto: Tomada de Q' Hubo Bogotá
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En los videos de seguridad se observa a Carlos Andrés pasando con su bicicleta, con una cerveza en la mano. “Después se ve que corren. Él tropieza con la bicicleta, cae, y ahí lo alcanzan. Lo agarran por la espalda y le dan cuatro puñaladas, dos de ellas en el pulmón derecho. Dicen que eran unos 17 tipos los que lo atacaron, incluyendo los dos de la moto”, relata su madre con la voz quebrada.
Carlos Andrés murió esa misma noche, entre las 11:10 y 11:15 p. m., en el lugar de los hechos. “Nadie lo auxilió. Apenas lo miraron cuando cayó”, cuenta. Su cuerpo fue llevado al hospital de Kennedy, pero ya no tenía signos vitales. Doña Martha asegura que uno de los agresores se llevó la bicicleta de su hijo: “Se ve que salen con ella, pero como estaba oscuro, no se alcanza a ver bien quiénes eran”.
Entre lágrimas clama justicia
Han pasado varias semanas y la investigación sigue sin avances. “El detective le dijo a mi hija que por qué nosotros no habíamos pedido los videos. Pero ese no es mi trabajo. Nos tocó a nosotros buscarlos, rogarle a la gente que nos ayudara. Algunos se condolieron y me los dieron, pero otros ya se borraron”, lamenta. “Yo no soy detective. He ido allá, he caminado, miro a diferentes horas, pero nada. Ellos son los que deberían investigar, no yo”.
El dolor se refleja en su mirada. Es el segundo hijo que pierde de forma violenta. “Hace 24 años me mataron al mayor en el batallón. Y ahora esto. No entiendo por qué tanto dolor”, dice mientras sostiene la foto de Carlos Andrés, o ‘Tortu’, como le decían desde que una amiga lo apodó así por tortuga.
Su clamor es un grito desde el alma: “Quiero que las autoridades se pongan en mi lugar como mamá, que sientan el dolor que yo siento. Que encuentren a los que mataron a mi hijo y les den su merecida condena. Yo no tengo plata para pagar ni para mover el caso, pero mi hijo merece justicia. ¿Qué tal si fuera el hijo de ellos?”.
Y concluyó: “Por eso hay tantas muertes, porque nunca hacen nada. Yo solo quiero justicia por mi hijo, que no se quede así, que no se quede en el olvido”.
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