“Tantas veces decías que te ibas a vengar, Yimmy, mi amigo, y mira cómo quedaste”, expresó un allegado de Yimmy Navarro Barbosa, una de las víctimas del oscuro incidente que tiñó de sangre la noche en el municipio de El Zulia.

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La otra víctima del sangriento hecho fue Milena Mery Rojas Ariza, de 33 años. Sus nombres, que en su momento estuvieron ligados al mundo de los negocios, ahora quedarán unidos para siempre como protagonistas de un violento episodio que terminó en tragedia.

La historia de Yimmy y Mery se remonta a más de 18 meses atrás, cuando una presunta rencilla personal comenzó a crecer hasta desembocar, la noche del pasado sábado, 6 de septiembre, en el doble asesinato ocurrido en La Ye de Astilleros, zona rural de El Zulia.

Esa noche, la alegría, la música a todo volumen y la cerveza abundaban en uno de los tantos estancos de la zona. Sin embargo, uno de esos establecimientos, ubicado frente a una estación de servicio y a pocos metros de un retén de la Policía, se convirtió en el escenario del horror.

Alrededor de las 6:00 de la tarde, Mery compartía con varias personas, entre ellas su pareja sentimental. La velada transcurría en calma, pero la llegada de Yimmy lo cambiaría todo. El hombre, de 47 años, apareció como una sombra. En su mano empuñaba un arma cortopunzante: el preludio de la violencia que estaba a punto de desatarse, pues su objetivo sería vengarse de Mery.

De acuerdo con versiones de testigos, Navarro identificó a Rojas y, sin mediar palabra, se abalanzó sobre ella, atacándola en repetidas oportunidades. Las heridas, varias de ellas profundas en los brazos y el torso, dejaron a la mujer gravemente lesionada.

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El caos se apoderó del lugar. La pareja de Mery la trasladó de inmediato al puesto de salud del corregimiento, donde el personal médico intentó salvarle la vida. Sin embargo, las heridas eran demasiado graves. A las 6:40 p.m. se confirmó su fallecimiento.

Pero la tragedia no terminó ahí. Mientras la mujer agonizaba, Yimmy intentó huir, aunque su escape fue frustrado por miembros de la comunidad, quienes, enardecidos por lo ocurrido, tomaron justicia por mano propia.

Minutos después, en una zona boscosa conocida como El Caño, el cuerpo de Yimmy fue hallado tendido bocarriba sobre la maleza, con evidentes signos de violencia en el rostro. Fuentes preliminares señalan que fue golpeado con un objeto contundente, presuntamente por la comunidad, que lo responsabilizó del asesinato de Mery. El caso fue reportado a las autoridades cerca de las 7:40 p.m.

A pesar de que el suelo quedó enrojecido y las manos de muchos se mancharon de sangre, la fiesta en el sector continuó. Para algunos, lo ocurrido fue solo “un incidente más”, pero dos familias quedaron destrozadas por una espiral de venganza que venía gestándose desde tiempo atrás.

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Ojo por ojo

Este no sería el primer episodio violento entre Yimmy y Mery. Según allegados, hace más de año y medio, el hombre ya había sido apuñalado, presuntamente por ella, durante un altercado que lo dejó hospitalizado varios días.

El origen de la disputa, según las versiones, vendría de un negocio que no prosperó entre los involucrados, iniciando una disputa que rápidamente escaló, y dos hechos de violencia después, resultó con ambos muertos por la venganza.

“El compa Yimmy ahora descansa en paz. Usted me dijo que se iba a vengar… que noticia tan trágica”, lamentó uno de sus conocidos.

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