La noche del miércoles, cuando vecinos del barrio La Ayala empezaban a alistarse para dormir, la detonación de unos disparos provenientes del polideportivo permearon el silencio que reinaba sobre la avenida 10 con calle 5.
Segundos después, una vez el silencio hermético se volvió a apoderar del lugar, algunos residentes, atemorizados, se armaron de valor y decidieron acercarse con recelo para verificar qué era lo que había pasado.
Enseguida, notaron el cuerpo tendido de un joven sin signos vitales a un lado de las graderías del escenario deportivo, en una zona infantil todavía en obra, y fue allí cuando se percataron de que quién yacía en el suelo era Pedro Pablo Albarracín Tamara o Pedrito como le decían.
El hecho ocurrió alrededor de las 8:15 p.m., y bastaron solo 10 minutos para que dieran aviso a la estación de Policía de El Zulia.
Para cuando los oficiales llegaron, pudieron ver el cuerpo de la víctima junto con un gran charco de sangre en la polisombra que revestía los juegos infantiles, el cual permanecía hasta ayer.
De acuerdo con información de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), el cuerpo presentaba múltiples impactos con armas de fuego, y los móviles que incitaron este nuevo hecho de sangre en el municipio continúan siendo materia de investigación, los cuales se irán esclareciendo a medida que avanza el proceso judicial.
¿Presentía su muerte?
La vida y el destino tienen muchas formas de revelarse, una de ellas: la intuición, cuya aparición siempre se presenta en el momento más oportuno. Quizás, ‘Pedrito’ ya presentía su muerte antes de que ésta lo viniera a buscar.
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Horas antes de su asesinato, la víctima subió una historia a su perfil de Facebook con la frase “el día en que yo muera que pongan mil veces esta canción”, como si supiese lo que el destino tenía preparado para él, y se estuviese despidiéndose de todos sus seres queridos y quienes alguna vez lo conocieron o lo vieron frecuentar por las calles de La Ayala.
Y es que uno de los motivos que explicarían este homicidio se desprende de la conducta de ‘Pedrito’, el cual tendría anotaciones judiciales por tráfico, porte y fabricación de estupefacientes (2019, 2021 y 2022), daño en bien ajeno (2023) y violación de habitación ajena (2021), según datos de la Mecuc.
Del mismo modo, en el Registro Nacional de Medidas Correctivas (RNMC), Albarracín “registra 58 comparendos por comportamientos contrarios a la convivencia y seguridad, entre los cuales se destacan: consumo de sustancias, porte de arma blanca; desacato a órdenes de la autoridad; y porte y consumo de sustancias estupefacientes”, corroboró la institución policial.
Viviría allí desde hace 4 años
Según pudo conocer este medio, la víctima residiría en ese barrio del municipio desde hace aproximadamente cuatro años, en una humilde casa color salmón en compañía de su madre y hermanos.
Era normal ver al joven en las inmediaciones del polideportivo, construido hace algún tiempo en pro de incentivar el deporte en la comunidad de La Ayala, pero lo que no sabía él era que aquella sería su última visita a dicho escenario, lugar en que para la víctima, todo acabó en cuestión de segundos.

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