La única información que conocieron las autoridades sobre el homicidio de Marco Fidel Moreno Rincón, de 44 años, ocurrido el sábado, en la vereda El Plomo, del corregimiento Buena Esperanza, zona rural de Cúcuta, es que, al parecer, el crimen fue cometido por integrantes del Ejército de Liberación Nacional (Eln).

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A pesar de que los habitantes de este sector se abstienen de comentar lo que allí sucede, para no poner en riesgo sus vidas, las indagaciones preliminares indican que un grupo de hombres armados con fusiles persiguió a la víctima hasta cumplir con su objetivo: matarla.

Moreno, quien era conocido como ‘El Burro’, finalmente recibió cuatro impactos de bala, uno en la cabeza y tres más en el pecho. El cadáver quedó tendido frente a un árbol, a pocos metros de una carretera.

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Por razones de seguridad, la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) no se trasladó a la escena del crimen, por lo que los empleados de una funeraria se encargaron de recoger el cuerpo y llevarlo a Medicina Legal, donde practicaron la inspección técnica.

Precisamente, la alteración del orden público hace que las investigaciones sobre los crímenes que se cometen en la zona rural sean más complejas y limitadas, por la dificultad para recopilar el material probatorio.

La disputa

Para las autoridades es claro que el Eln mantiene una guerra a sangre y fuego con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc), con el objetivo de dominar los territorios de la zona rural de Cúcuta y en Puerto Santander, sitios estratégicos que comunican con la frontera con Venezuela.

Estos lugares son el fortín de los grupos armados ilegales, por donde confluyen el narcotráfico, el contrabando y el cobro de extorsiones.

Aunque las autoridades han golpeado a estas estructuras ilegales, ellas se fortalecen y siguen imponiendo un ‘imperio’ a través de homicidios e intimidaciones.

Otro crimen reciente

El pasado 23 de agosto, las autoridades fueron alertadas del asesinato de Juan Pablo Gil Alzate, de 45 años, en la vereda El Núcleo, en Buena Esperanza.

Ese día, la víctima salió a las 11:00 de la mañana de su casa y una hora después fue atacada a bala, recibiendo cinco impactos de bala en la cabeza, el pecho y el brazo izquierdo.

Hasta el momento no se conocen avances de las pesquisas del crimen ni capturas por este hecho violento.

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