La multitud se divertía alegremente en la urbanización Santa María, un sector exclusivo de Chinácota y destino preferido de los visitantes que llegan al municipio para disfrutar de las ferias que se realizan cada año en octubre.
La rumba, como casi siempre ocurre en este sitio, había transcurrido sin sobresaltos durante toda la noche del sábado y bien entrada la madrugada del domingo, salvo los momentos previos al atentado que dos pistoleros protagonizaron contra un joven que se divertía en compañía de un familiar, todo en medio de la muchedumbre que a esa hora aún permanecía emparrandada.
Disparos al aire
Gente que estaba en el lugar cuando ocurrieron los hechos afirmaron que entre las 3:30 y las 4:00 de la madrugada empezaron a escucharse disparos al aire de un lado y de otro respondían. “Al parecer eran disparos de arma traumática”, acotaron.
La bulla de las plantas de sonido de los carros por momentos no dejaba escuchar bien si eran tiros de arma de fuego. Era más el ruido de los altoparlantes y por eso nadie alcanzó a percibir cuando le dispararon en repetidas ocasiones a Yaider Daniel Ortiz Franco, quien cayó al suelo gravemente herido. Un primo que lo acompañaba, Zidan Sebastián Albernia, también resultó herido por un impacto de bala.
La Policía, que permanecía controlando el flujo de visitantes a Santa María, tampoco se percató de lo que estaba pasando, justo al frente de la capilla del lugar, donde fue atacado el joven, y por ello los sicarios pudieron huir sin resistencia del sitio.
Dejó de existir
Quienes estaban cerca de Yaider Daniel notaron que aún estaba con vida y, por ello, entre varios lo cargaron y sacaron por entre la multitud para llevarlo al hospital.
En esos momentos, agentes de la Policía se acercaron para verificar lo sucedido.
La rumba a esa hora en Santa María continuó como si nada hubiera pasado, todo porque producto de la música muy pocos escucharon el ataque a balazos.