El nuevo instrumento de regularización aprobado por el gobierno nacional conocido como Permiso Especial de Permanencia para Representantes Legales o Custodios de Niñas, Niños y Adolescentes (PEP TUTOR), si bien representa una medida positiva para proteger a los menores de edad migrantes y la unidad familiar, no justifica resucitar el ya superado PEP si el país cuenta con el Permiso por Protección Temporal (PPT), ampliamente conocido y aceptado por las instituciones y sociedad de Colombia.
Colombia ha recibido gran reconocimiento internacional por el manejo que le ha dado al fenómeno migratorio venezolano que ha estado sustentado en principios de acogimiento y regularización, a diferencia de otros casos alrededor del mundo donde han primado las políticas de contención.
No es poca cosa para un país que no tenía tradición de recibir migrantes de forma masiva y que fue capaz de diseñar y aplicar una política de regularización a través del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV) que ha permitido, hasta el día de hoy, entregar el documento de identidad conocido como Permiso por Protección Temporal (PPT) por 10 años a 1.937.615 venezolanos a octubre de 2024.
De esta manera, los migrantes provenientes del vecino país han visto facilitado no solo su acceso al mercado laboral y a servicios de salud, educación, financieros y vivienda, por citar los más importantes, sino darles un tratamiento ciudadano digno que permita su integración plena a la sociedad para beneficio de ellos y de la propia Colombia a través del aporte económico, social y cultural que están realizando.
Pero al ETPV no se llegó por arte de magia, sino a través de una trabajada curva de aprendizaje que comenzó dos administraciones presidenciales atrás. Primero, bajo la presidencia de Juan Manuel Santos que ideó los primeros Permisos Especiales de Permanencia (PEP).
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Después, por la de Iván Duque, quien ante las evidencias de la insuficiencia de las primeras medidas y el aumento de los flujos de movilidad humana desde Venezuela que incrementó la población migrante con estatus irregular, ideó un instrumento más sólido y con una visión de largo plazo como ha sido el ETPV.
Con la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño el tema migratorio pasó a un segundo plano en las prioridades gubernamentales. Si bien no echó para atrás el ETPV y siguió entregando los PPT a quienes ya se habían inscrito y avanzado en el proceso de regularización, sí eliminó la Gerencia de Fronteras desde donde se coordinaban al más alto nivel las políticas migratorias y comenzó a adoptar una narrativa sobre el tema que no molestase al presidente venezolano, Nicolás Maduro, basada en “desvenezolanizar” la migración y afirmar que los venezolanos estaban regresando a su país.
No ha sido sino hasta bien entrada la mitad de su mandato que Gustavo Petro ha anunciado un nuevo instrumento de regularización como es el Permiso Especial de Permanencia para Representantes Legales o Custodios de Niñas, Niños y Adolescentes (PEP TUTOR), una medida necesaria pues va dirigida a garantizar la unidad familiar y los derechos de menores de edad que ya tienen el PPT, pero cuyos padres o representantes legales se encuentran en situación irregular en el país.
Hasta ahí no caben sino aplausos, pero lo que no se entiende es por qué se ha resucitado el PEP, un documento que ya cumplió su cometido y que fue sustituido por el PPT, instrumento conocido y ampliamente aceptado por la institucionalidad pública y privada del país. La reintroducción de la vieja documentación, en paralelo con la existente, no hace sino generar confusión y añadir nuevos costos administrativos y logísticos.
También debemos recordar que esta medida deja por fuera a los padres de niños y niñas que han adquirido la nacionalidad colombiana a través del programa Primero la Niñez.
Los temas migratorios deben ser abordados como políticas de Estado que trasciendan las vicisitudes que acompañan los cambios de gobierno y con más razón si las políticas públicas que se venían adoptando están funcionando adecuadamente y gozan de gran reconocimiento. Solo imaginémonos el archipiélago de siglas que conformaría el panorama migratorio cada vez que se adelante cualquier otra política de regularización que seguramente habrá que adoptar.
Redacción:
Ronal F. Rodríguez
Vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario y Coordinador de Bitácora Migratoria.
María Clara Robayo
Investigadora principal de Bitácora Migratoria.
Txomin Las Heras Leizaola
Investigador de Bitácota Migratoria.
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