Navidad y Año Nuevo suponen una época de recogimiento y reencuentro familiar, algo que no será posible para, al menos, mil familias de Colombia, Venezuela y otras nacionalidades, que tienen un ser querido preso por razones políticas en el vecino país, algunos desde hace meses, pero otros hace uno, dos y hasta 10 años o más. 

Justamente en un gesto para honrar a sus seres queridos, un grupo de familias se reunió este domingo en el parque Santander de Cúcuta, donde prepararon la Mesa de los que Esperan, un emotivo acto simbólico para pedir por la liberación de todas las personas encarceladas de manera injusta y arbitraria en Venezuela. 

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Decorada con un mantel navideño, guirnaldas, bambalinas, luces, peluches y otros adornos de la llamada temporada más linda del año, la mesa quedó servida, con las sillas vacías a los lados, ocupadas nada más que por las fotografías que evocan a los familiares ausentes de manera forzosa. 

De fondo, sonaban todas las melodías musicales que alimentan el sentimiento de una espera que agota, desespera, pero que ilusiona a cientos de familias aferradas al hecho de que sus seres queridos siguen vivos, aguardando por el milagro de la libertad. 

“El 21 de diciembre tiene un significado especial en Venezuela, porque se cree mucho en el Espíritu de la Navidad, por eso decidimos hacer esta actividad por las más de 1.000 familias que van a sentir la ausencia de sus hijos, esposos, madres el 24 y el 31. La idea es alzar la voz, porque es que esto no lo podemos olvidar”, dijo Natacha Duque, vocera del Comité Internacional para la Liberación de Presos Políticos, promotora del acto. 

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Manifestó que la lucha es por los venezolanos, 23 colombianos y alrededor de 80 extranjeros de diferentes nacionalidades que están detenidos en la nación hermana, “sin ningún proceso, sin ningún motivo, solamente por haber cruzado una frontera; una frontera que debería ser segura para todos”.  

Reveló que, además, hay cerca de 100 menores de 18 años que también están retenidos de manera injusta. 

Hizo un llamado a todos los gobiernos que creen en la democracia y en la protección de los derechos humanos, a no olvidar a todas estas personas. El mensaje iba dirigido, principalmente, al presidente Gustavo Petro. 

“Él tiene que alzar la voz por sus hermanos colombianos y que se les protejan los derechos humanos a ellos también, y como el abanderado y defensor de la humanidad que dice ser, que abogue también por los venezolanos que tienen más de 5 o 10 años sin poder ver la luz del sol y a su familia”, expresó la activista. 

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