A pocos días de que se acabe el año, las estaciones de servicio (EDS) elevaron sus alarmas por el aumento de vendedores ilegales de combustibles, llamados pimpineros, en Cúcuta y su área metropolitana, e insistieron en actuar en contra de esta práctica, que pone en jaque a los empresarios del sector.
La directora ejecutiva de la Asociación de Estaciones de Servicio de Norte de Santander (Asesnort), María Eugenia Martínez, manifestó que “hay mucho contrabando y combustibles ilegales en la calle y nadie hace nada”. En promedio, las ventas en las EDS cayeron entre 15% y 20%.
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Martínez afirmó que esta situación no solo afecta la estabilidad de las empresas, también el recaudo por sobretasa a la gasolina, el cual, según sus investigaciones, estaba alrededor de los $22.000 millones mensuales al inicio del año, en el caso de Cúcuta.
“Hoy, se estima que ha bajado más o menos a $15.000 millones, porque las ventas legales están siendo desplazadas por la ilegalidad. Se necesita que las autoridades actúen”, apuntó.
La Opinión también consultó al secretario de Hacienda del departamento, Sergio Entrena, quien dijo que, al comparar el recaudo total por sobretasa a la gasolina, entre noviembre 2024 y el mismo mes de 2025, se evidencia un leve incremento 2% al pasar de $13.039 millones a $13.344 millones, aproximadamente.
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Sin embargo, al analizar el panorama actual con el de noviembre de 2023, cuando los recursos por ese impuesto superaron los $16.376 millones, hay una disminución enorme de 23%.
“En conclusión, aunque el recaudo acumulado de 2025 aún se encuentra por debajo del nivel alcanzado en 2023, el incremento observado en el último periodo indica una tendencia de recuperación, asociada a una mejora en la gestión del recaudo y al fortalecimiento de las estrategias de pago y cumplimiento por parte de los contribuyentes”, apuntó el funcionario.
No obstante, Entrena reconoció que la reaparición de pimpineros es un problema en el que la Secretaría de Hacienda no puede actuar, sino que es la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) la que debe contrarrestar esa práctica.
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“Nosotros hemos impulsado una ardua labor de fiscalización y facturación en las estaciones, que es nuestra competencia. Pero la Polfa debe atender la ilegalidad. Sabemos que está llegando combustible hurtado y es el que se vende en las calles. Nosotros les hemos dicho a los empresarios del sector que hagan sus respectivas denuncias”, manifestó el secretario de Hacienda.
De acuerdo con varios propietarios de bombas de gasolina, hay un exagerado robo de combustibles en el sur del Cesar que no está siendo controlado por el Gobierno adecuadamente, el cual de una u otra manera llega a Norte de Santander. Igualmente, el comercio informal del hidrocarburo venezolano toma fuerza otra vez.
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