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Doctor Bayter: el médico que cura bailando, hablando y dejando el tamal
El anestesiólogo colombiano fusiona ciencia y espectáculo para invitar a los colombianos a perseguir la salud y no solo a huir de la enfermedad.
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Colprensa
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Lunes, 21 de Abril de 2025

A los ocho años, en su natal El Banco (Magdalena), Jorge Enrique Bayter supo que quería seguir los pasos del médico del pueblo: aquel que hacía visitas a domicilio, se preocupaba por sus pacientes y los conocía más allá de su historia clínica.

Años después, cuando comenzó sus estudios de medicina, se dio cuenta de que la realidad era otra: atenciones impersonales, de menos de 15 minutos y casi sin mirar al paciente.

Decidió continuar su camino y se convirtió en médico cirujano y anestesiólogo, radicado en Estados Unidos.

Es autor de varios libros y la persona detrás del polémico y provocador personaje de redes sociales Doctor Bayter, el mismo que generó escándalo al atreverse a criticar el tamal.


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Sus contenidos han sido visualizados por más de 300 millones de personas en lo que va del año, y se consolida como un referente en la transformación de la salud a través de la alimentación.

Hoy es uno de los generadores de contenido sobre salud y nutrición más influyentes de la región. Claro está, también cosecha una buena cantidad de detractores, incluso dentro de la comunidad médica internacional -y no solo entre los apasionados defensores del tamalito.

Ahora, Doctor Bayter anunció una gira por distintas ciudades del país, como Pereira, Manizales, Barranquilla, Bogotá, Cali y Medellín, con su showferencia Implacable: El poder de sanar.

Se trata de una radiografía sobre cómo la enfermedad y la muerte se construyen a partir de las decisiones diarias, y expone la diferencia entre “comer saludable” y “comer para sanar”.

La gira comenzará el 2 de mayo en Expofuturo (Pereira); el 3 en el Teatro Fundadores de Manizales; el 7 en el Teatro de la Universidad del Atlántico (Barranquilla); el 8 en el Teatro Cassia del Colegio Buen Consejo (Bogotá); el 9 en el Centro Internacional de Desarrollo Social de Cali, y cerrará el 10 de mayo en el Centro de Eventos El Tesoro de Medellín.


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Doctor Bayter habló con Colprensa sobre el espectáculo y la polémica que ha generado su contenido en redes sociales.

¿Qué encontrará el público en este espectáculo?

Yo, en redes, casi siempre hablo en negativo: lo que no puedes hacer, lo que no debes comer… pero esta gira la estoy haciendo en positivo. Es un show donde pongo a las personas frente a un espejo, mostrándoles lo que significan la enfermedad y la muerte. Con historias de vida, muchas de ellas los harán llorar, pero al final les daré todo lo que sé para que ese día tomen la decisión de cambiar su rumbo.

Lo que quiero es que salgan del show entendiendo que el mayor valor que tienen es estar sanos. Que si están sanos, se conserven así, porque cuando lo están, creen que pueden hacer y comer lo que quieran. Pero si están enfermos, no se preocupen: el cuerpo está hecho para sanar.

Tiene una maquinaria impresionante para repararse, y lo único que tengo que hacer es darle lo que necesita: buena alimentación, sol, control del estrés, ejercicio de fuerza… Con todo eso, el
cuerpo hace la magia. La gente cree que los médicos estamos para dar veredictos o para sanar personas. Y no es así. No damos veredictos, damos recomendaciones. Nosotros no damos la salud, solo tratamos de aliviar la enfermedad. Con esta conferencia busco ayudar a que la gente vuelva a estar sana.

Todo eso comunicado de una manera muy particular… Yo no soy un médico normal. Me paro en un escenario, bailo con la gente, les cuento historias… Es un show donde la gente la pasa bien, pero que al final lleva un mensaje muy poderoso.

¿Por qué no ser un médico tradicional?

Cuando decidí estudiar medicina, desde los ocho años en mi pueblo, El Banco, el médico era de familia. Iba a las casas, ayudaba a sanar. Yo quería ser ese tipo de médico. Pero cuando entré a la universidad, en esos ocho años de estudio, solo aprendí de enfermedades y a formular medicamentos en consultas que no superan los 15 minutos. No hay tiempo para visitar pacientes, ni para mirarlos a los ojos.


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Y eso no es culpa del médico. Es culpa de un sistema que nos lava el cerebro desde los 17 años y nos enseña que esa es la nueva medicina.

Hoy en Colombia la salud se centra en recetar medicamentos que muchas veces ni siquiera se entregan.

Es como si la gente buscara hospitales solo para enfermarse más. Lo que quiero es llevar a las
personas a otro nivel, que persigan cosas grandes en la vida y se olviden de la enfermedad.

Porque hoy la mayoría está huyendo de la enfermedad, pero yo quiero que persigan la salud. Eso sí: para lograrlo, deben dejar de comer lo que les gusta, y por eso dicen que estoy loco.

Les quito el pan, el dulce, el arroz, el tamal… Porque todos sabemos que eso no ayuda. Esa no es la comida que te nutre, es la comida que te gusta, y hay una gran diferencia.

Me llaman charlatán porque le digo a la gente que puede comer carne, pollo, pescado, huevo, que tome sol —cuando nos han dicho que es malo—, pero es con esos elementos que ocurre la magia.

Lo único que he hecho es volver a mis raíces de médico médico, a ese que no quiere dar  medicamentos porque todos tienen efectos secundarios.

Lo que quiero es que la gente viva sin miedo a enfermarse. Y si se enferma, como decía Hipócrates, el padre de la medicina: “Si estás enfermo y quieres sanarte, solo tienes que estar dispuesto a dejar lo que te enferma.”

Todo esto en tiempos en que el placer parece tener más peso que nunca…El cerebro inconsciente ama el placer, y la industria lo sabe. Por eso crean alimentos diseñados para que te vuelvas adicto a ellos.

Y claro, cuando aparece alguien diciendo que dejes los ultraprocesados y los carbohidratos, se le van encima. Y luego la gente se pregunta por qué le dio cáncer. El cáncer no fue creado por el hombre, pero sí es consecuencia de los químicos que consumimos a través de esos alimentos
y del alcohol.

La gente defiende el alcohol, que es un tóxico; defiende el tamal, la empanada, la arepa, incluso el cigarrillo… pero ¿quién defiende al ser humano? Nadie. Porque todo eso es un negocio para vender y vender.

Los tres grandes negocios de la humanidad son: la alimentación, los medicamentos y los hospitales.

¿Cómo maneja las críticas que genera su contenido?

Me han dicho de todo por decirle a la gente que coma verduras, huevos, carne y pollo. Pero no atacan mis ideas, atacan al personaje, al Dr. Bayter, que para mí es hermoso, porque está cumpliendo una labor: generar conversación sobre un plato que te puede sanar o enfermar. Lo correcto se perdió hace décadas. Desde que en los años sesenta dijeron que el huevo mataba, que subía el colesterol, que causaba infartos… Ahí empezó la persecución a la comida natural.

Y detrás están las farmacéuticas, que organizan congresos médicos donde solo se habla de lo que ellas quieren. Vivimos en un país ideal para alimentarse bien… Colombia lo tiene todo para comer sano.

Yo vivo hace años en Estados Unidos y lo extraño: tenemos agricultura, ganadería, los mejores cerdos, producimos los mejores huevos… pero comemos harina procesada. Cada quien tiene la salud no que se merece, sino la que construye.

¿En cuánto tiempo se ven resultados de llevar una vida saludable?

Puedes haber comido mal durante 40 años, y en uno solo puedes estar perfecto. La gente cree que un año es mucho, pero olvida que lleva décadas haciéndolo mal. Con un año de disciplina puedes lograr tu peso ideal, tener más energía, mejor funcionamiento cerebral. Claro, si pesas 300 kilos, quizás necesites dos o tres años. Pero no importa. Esto no es una carrera para perder peso, es una caminata para sanarte.

Hay que comer lo que sana, para que el cuerpo, con su propia información genética, se encargue de repararte. Y eso se logra comiendo bien, durmiendo bien, haciendo ejercicio, controlando el estrés y tomando el sol.

Claro, luego vienen las excusas: “no tengo tiempo”, “no tengo dinero para alimentarme bien”… pero quien no invierte en su salud, tarde o temprano será dueño de su enfermedad. Y estar enfermo es lo más costoso que existe.


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