Antioquia (31%), Bogotá (30%) y Valle del Cauca (22%) son los departamentos y distritos donde las empresas hacen mayor inversión social en el país, de acuerdo con la Encuesta de Arquitectura Social Estratégica que hizo la ANDI.
En Norte de Santander, solo el 6% de las empresas hacen este tipo de inversión. La principal razón de la cifra estaría soportada porque el departamento tiene más vocación comercial que industrial.
La encuesta presenta una cifra cercana a los $4 billones en la estimación de inversión social privada para 2020, lo que representa un aumento de 22% respecto a 2019, cuyo rubro alcanzó los $3,2 billones.
En 2021, si bien se muestra una disminución frente a 2020, la inversión social asciende a $3,7 billones de pesos, comportamiento que puede explicarse, entre otros factores, a causa de las donaciones efectuadas para la mitigación de la crisis humanitaria enfrentando los primeros efectos de la COVID-19 en 2020, como año donde se desató esta crisis global y que reporta mayor valor de estas inversiones sociales.
En qué se está invirtiendo
Según la encuesta, las acciones que más realizan las empresas en el marco de proyectos sociales son los programas dirigidos a los empleados o sus familiares (76%), seguidos de filantropía (74%), responsabilidad social empresarial (71%), voluntariado (43%) y nuevos negocios de impacto social positivo (35%).
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De manera detallada, el principal grupo de interés hacia el cual se dirigen los proyectos sociales en las empresas sigue siendo los empleados y sus familias (41%), seguido de niños, niñas y adolescentes (36%). Así mismo aparece la focalización de inversiones en jóvenes creciendo 7%, mujeres 5%.
El 76% de las empresas integra en su estrategia de inversión social, programas dirigidos a los empleados y sus familias, cuyas acciones se concentran en proyectos y actividades de bienestar con un 85%, seguido de capacitaciones con 71% y auxilios con 60%, el cual creció en 8% puntos porcentuales respecto a 2019.
En cuanto a la filantropía, en lo que más se concentraron los recursos privados fue en ayuda humanitaria con un 49% y educación con un 48%; seguidos de medio ambiente, salud y seguridad alimentaria.
En lo relacionado con la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), el portafolio de proyectos de inversión se mantiene sin mayores cambios de preferencia con el predominio de medio ambiente y educación, aunque se evidencia una reducción significativa de 18% en ciencia y tecnología.
El estudio también reflejó la alineación de las empresas con prácticas de valor compartido, donde existe un gana-gana e iniciativas con doble propósito, es decir, mientras se mejoran las condiciones sociales, las compañías también reflejan beneficios, utilidades y un valor agregado para el negocio.
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