El segundo día de Congreso inició con una mirada directa a los riesgos y oportunidades que trae la tecnología para las MiPymes. Durante la mañana se habló de ciberseguridad, inteligencia artificial, análisis de datos, robótica aplicada y nuevos caminos de internacionalización.
El mensaje transversal fue claro: la tecnología no es un adorno, es una herramienta para proteger y fortalecer a las empresas. El bloque comenzó con la intervención de Gerson Cotes, Gerente ciberseguridad servicios TIC de Claro Colombia quien resaltó que la ciberseguridad dejó de ser un tema exclusivo de grandes corporaciones. En un país donde casi todo el tejido empresarial está compuesto por MiPymes, un ataque puede significar detener la operación, perder clientes o ver comprometidos años de información. Explicó que las amenazas más frecuentes hoy provienen de ataques automatizados, equipos desactualizados y el robo de credenciales a través de correos falsos y páginas imitadas.
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Mencionó casos ocurridos en grandes entidades como Sanitas o Ecopetrol para mostrar cómo la caída de un proveedor puede arrastrar a toda una red de empresas conectadas.
Cotes insistió en que la seguridad digital debe asumirse como un ejercicio similar al de proteger un negocio físico: inventarios actualizados, copias de seguridad, doble autenticación para pagos, exigencias mínimas a proveedores y capacitación constante al personal para identificar señales de fraude.
Propuso a las MiPymes avanzar en un plan de 100 horas para revisar sus activos, cerrar puntos vulnerables y mejorar su capacidad de respuesta. Su invitación fue a dejar de ver la ciberseguridad como un gasto y empezar a verla como un requisito para garantizar continuidad.
A continuación, Harold Combita llevó la conversación hacia la inteligencia artificial, invitando a los asistentes a dejar de preguntarse qué herramienta usar y enfocarse en identificar primero qué parte del negocio dejó de funcionar como antes.
Señaló que muchos proyectos fallan porque se implementan sin entender los procesos o sin realizar pruebas controladas, como le ocurrió al chatbot de una empresa logística que terminó afectando su reputación por respuestas erróneas.
Combita explicó que cerca del 95 % de los proyectos empresariales basados en IA están fracasando por falta de preparación. Por eso propuso que cada empresa construya un “sandbox” interno donde pueda experimentar sin poner en riesgo la operación ni la experiencia del cliente. Mostró ejemplos reales de cómo la IA ya participa en tareas cotidianas: pagos automáticos, selección de hojas de vida, compras recurrentes y generación de software funcional en cuestión de minutos. También advirtió que una parte creciente del tráfico de internet proviene de agentes inteligentes que toman decisiones por los usuarios, lo que obliga a las empresas a adaptarse a una nueva forma de ser encontradas y evaluadas en línea. Concluyó que la habilidad más importante para las MiPymes será aprender a delegar bien a la IA, dando instrucciones claras, contexto y ejemplos tal como lo harían con un colaborador humano.
