Esto ha permitido que el Banco de Alimentos de Cúcuta sea punto de referencia para otros centros de acopio en el país, ya que se ha convertido en una organización autosustentable que, eventualmente, espera incorporar paneles solares en su sede para ser más amigable con el ambiente. “Todo eso va a beneficiar a la población vulnerable que atendemos”, dijo el sacerdote.
Indicó que en la granja se crían gallinas ponedoras, cerdos, cachamas, pollos de engorde y ovejas criollas; además se cultiva yuca, mazorca, plátano y hortalizas.
Miles de personas atendidas
Señaló también que mensualmente, durante todo el año, desde la entidad se atendieron de manera permanente a más de 9.000 personas, haciendo presencia en ancianatos, parroquias, fundaciones y asociaciones de la ciudad.
Igualmente, destacó el crecimiento del programa Desayunos Saludables, una iniciativa en alianza con la empresa privada que se viene implementando desde hace tres años, pero que en 2025 aumentó a 530 raciones para niños de barrios vulnerables. Explicó que cada desayuno cuenta con una bebida láctea, huevo, fruta y pan.
El padre Escalante también indicó que se han atendido las necesidades en momentos de crisis, como la entrega de más de 150 toneladas de alimentos en el Catatumbo, además de las realidades migratorias y de pobreza en la zona de frontera.
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“Nuestro primer compromiso es con los ancianatos y comedores religiosos, con las parroquias, pero esto no quiere decir que nos cerramos a ayudar otras realidades”, dijo Escalante, quien también se refirió al apoyo que le brindan a madres cabezas de familia, desde hace 20 años, pues ellas son las encargadas del programa de recuperación de alimentos.