A cuarenta días de las elecciones en Venezuela, según análisis y mediciones electorales, la oposición ganaría en Venezuela con aproximadamente 7 millones de votos contra cerca de 4 millones de Maduro. El desgaste y deterioro del actual gobierno es total. Apenas comprensible, más del 70% de la población no se alimentan bien, otros aguantan hambre, y aquel país rico y maravilloso que conocimos hace algunos años, es cosa del pasado.
Dicen algo más, que si la oposición gana, la votación sería un respaldo mayoritario a María Corina Machado, a su lucha valerosa, o dicho en otros términos, podría suceder que si el próximo presidente de Venezuela es Edmundo González, sería gracias a la lucha de años de María Corina.
El tema con Maduro no se sabe hasta dónde podría llegar, es decir si pierden las elecciones, faltaría ver que entreguen el poder. Maduro es un dictador que en los últimos años ha postrado a Venezuela. De hecho entre las elecciones el próximo mes y la posesión del nuevo presidente hay un tiempo largo. Ahí pueden suceder muchas cosas.
Maduro es un hombre que no tiene muchos lugares en el mundo para vivir tranquilo. Muy pocos, quizás Nicaragua y Cuba, y por ello debe estar calculando desde ya el posible escenario de no entrega del poder. En la historia de Venezuela hay una anécdota de un presidente que cayó, como sucediera con Juan Vicente Gómez a quien le dan un golpe en 1.958, y el dictador en su huida, preparando de prisa las maletas, lo primero que encuentran los golpistas fue un maletín lleno de dólares que se le quedó en el Palacio de Miraflores al presidente en su huida que terminó sus días viviendo confortablemente en Madrid. Sí, son los golpes de Estado en América Latina.
En otro episodio Evita Duarte de Perón en Argentina cuando se da cuenta que las fuerzas armadas tumban en 1955 a su marido de la presidencia, a su llegada a la casa le pregunta Evita qué pensaba hacer, cómo iría a reaccionar. Él muy pusilánime se limita a decirle “Nada. Me tumbaron”. Ella le hace un engaño muy ingenioso, lo convence para que se despida de los “descamisados”, de los obreros y campesinos pobres de Argentina. Perón lo hace sin saber que le estaba dirigiendo un mensaje al país, y ese mensaje, esas palabras lo hacen llegar nuevamente a la presidencia.
Aquí en Colombia, cuando Rojas Pinilla llega a la presidencia en 1953, no tenía la menor idea de que iba a ser presidente. Estaba en su finca en Melgar cuando llega un avión militar a recogerlo. No imaginaba que era para hacerlo presidente. Empezó su mandato proyectando obras, con respaldo de los partidos políticos y la credibilidad la gente, pero con el paso de los meses empezó a tomar medidas dictatoriales; en 1953 ocurre un asesinato de jóvenes que protestaban, hubo escándalos de corrupción con su yerno Samuel Moreno, y al final en la plaza de toros de Bogotá su hija es abucheada mientras aplaudían a Alberto Lleras Camargo, lo que dio lugar a que ocho días después se programara otra corrida y agredieron, incluso mataron a varios de los asistentes.
Anécdotas de dictaduras en América Latina, una experiencia política muy de este lado del mundo, desafortunada, como igual ocurre en este momento en Cuba en la que ya los Castro llevan en el poder cerca de 60 años, en Nicaragua Daniel Ortega traicionó toda una historia de lucha del sandinismo, y ahora con lo que puede suceder en los próximos meses en Venezuela, otra página, otro capítulo en donde es muy probable que gane Edmundo González el próximo mes, y seremos testigos de lo que suceda en el vecino país.
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