En medio de las vísperas navideñas, el gobierno de Gustavo Petro anunció, sin previo aviso, la terminación de la cooperación con la Fundación para el Futuro de Colombia (Colfuturo). El programa opera bajo la modalidad de crédito condonable y no como un subsidio directo.
Esta alianza entre el sector público y privado ha permitido que durante dos décadas más de 17.000 profesionales colombianos cursaran maestrías y doctorados en universidades de prestigio fuera de Colombia. El Colombiano habló con tres beneficiarios de este programa.
“Esta beca cambió mi vida”
Soy Susana Montaño, tengo 24 años y soy de Quibdó, Chocó. Me gradué como abogada de la Universidad de La Sabana y, gracias al apoyo de Colfuturo, logré cumplir un sueño que tenía desde los 14 años. En 2024 obtuve mi Maestría en Derecho en The Pennsylvania State University, aquí en los Estados Unidos.
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Colfuturo cambió mi vida, fue el puente que me abrió las puertas a una educación internacional, y al mundo: a nuevas culturas, religiones y formas de ver la vida. Este proceso transformó mi realidad y, al mismo tiempo, abrió camino para que mi familia y mi comunidad vean que es posible soñar en grande y construir una vida diferente.
Hoy creo, con más fuerza, que quienes nos vemos y hablamos como yo podemos ocupar espacios más allá de los que históricamente nos han sido asignados, y que nuestros sueños pueden tener menos límites y mayor impacto, cambiando el mundo una persona a la vez, un fondo a la vez.
“Logré trabajar con la Nasa”
Soy Javier Enciso. Como orgulloso llanero nacido en Villavicencio, mi trayectoria es testimonio de la importancia de la educación pública; me formé con rigor en la Universidad Nacional de Colombia. Gracias al respaldo de Colfuturo, logré realizar mi maestría en Alemania, una experiencia que me dio las herramientas para emprender y fundar Enciso Systems.
Desde mi propia empresa, he tenido el honor de liderar proyectos para organizaciones de vanguardia como la NASA y la ESA, demostrando que el emprendimiento tecnológico llanero puede competir al más alto nivel. Sin embargo, mi mayor compromiso es con el impacto social en mi territorio; por ello, mantengo una estrecha colaboración con la Universidad de los Llanos y trabajo de la mano con la Secretaría Social de Villavicencio, apoyando a jóvenes con discapacidad para que encuentren en la ciencia y la tecnología una vía real de transformación.
Mi historia es prueba de que la articulación entre el talento del Meta, la solidez de la educación pública y el apoyo de Colfuturo es un motor de progreso que debe seguir fortaleciéndose.
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“La educación supera la vulnerabilidad”
Soy Beinerth Chitiva, un chocoano criado por una madre soltera en San Martín, un barrio humilde de Quibdó marcado por la violencia y la marginalización. Crecer en ese contexto me llevó a ver en la educación una vía para superar la vulnerabilidad. Con ese propósito, cursé dos pregrados, uno en idiomas y otro en derecho, y me propuse como meta realizar una maestría en Estados Unidos. Gracias a una beca-crédito de Colfuturo, en el otoño de 2025 inicié una maestría en educación en la Universidad de Michigan. El proceso de aplicación fue transparente y riguroso, lo que disipó las dudas iniciales que tenía por las malas prácticas comunes en Colombia. Esta experiencia confirmó que Colfuturo es una de las instituciones más serias y confiables del país.
Mi compromiso con la educación en el Chocó comenzó años atrás. En 2014 fundamos en Quibdó el Centro para el Aprendizaje de Inglés – English Learning Center (ELC), una organización sin ánimo de lucro orientada a ampliar oportunidades educativas para jóvenes de contextos vulnerables.
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