El asesinato y descuartizamiento del biólogo italiano Alessandro Coatti en la ciudad de Santa Marta le da la vuelta al mundo, especialmente en Europa, donde sus familiares describieron algunos de los posibles móviles que desencadenó el brutal crimen en la capital del departamento de Magdalena.
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Aunque aún no hay una versión oficial sobre las causas del homicidio, expertos y familiares del hombre de 38 años barajan algunas hipótesis, entre ellas un error de identidad relacionado con grupos criminales que operan en la región.
Los restos del biólogo molecular, que residía en Londres y había viajado a Sudamérica como parte de una experiencia de voluntariado en Ecuador, comenzaron a aparecer en Santa Marta el pasado 6 de abril, tres días después de llegar a la ciudad.
Según reportes de las autoridades, su cuerpo fue hallado en tres paquetes diferentes.
Ante el caso, el gobierno italiano, a través de la Fiscalía de Roma, abrió una investigación paralela y evalúa enviar un equipo de investigadores a Colombia para colaborar en el caso de Coatti, originario de Longastrino, Ravenna, al noreste de Italia.
Coatti trabajó hasta finales de 2024 en la Royal Society of Biology, organización que representa a los profesionales de las biociencias en Londres. Desde enero de 2025 recorría Sudamérica en solitario y ya había visitado Ecuador, Perú y Bolivia antes de llegar a Santa Marta.
Durante su estadía, mostró interés en la fauna y flora del Caribe colombiano y compartía su ubicación en tiempo real con sus padres a través de Google Maps, según cuenta su familia al medio italiano Il Messagero.
El 4 de abril, luego de salir de su hostal, se perdió contacto con él. La última señal GPS marcaba una dirección opuesta a la que Coatti había indicado a su familia, lo que alertó de inmediato a sus seres queridos.
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La hipótesis más fuerte por el asesinato apunta a un caso de identidad equivocada en el mundo del crimen organizado, como lo señaló la colombiana Norma Vera Salazar, defensora de derechos humanos y experta en convivencia y seguridad, tras ser consultada por Il Messagero.
Coatti podría haber sido confundido con un emisario de la mafia italiana, que, según la experta en criminalidad, tiene nexos con el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN).
Esta teoría cobra fuerza debido al patrón del crimen: tortura, desmembramiento y abandono del cuerpo en distintos puntos, modus operandi común en disputas territoriales entre bandas.
Además, la familia del científico relató que es posible que Alessandro haya sido víctima de redes de tráfico de órganos.
Su tío Giovanni Coatti declaró a medios italianos que el extranjero no tenía pertenencias de valor ni enemigos conocidos, como para haber sido víctima de un robo.
“Sinceramente, estamos impactados; lo ocurrido es surrealista. Alessandro no tenía enemigos, era una persona tranquila. La hipótesis del robo no nos convence; no era alguien que exhibiera objetos valiosos, andaba con poco dinero en el bolsillo, no presumía de relojes ni otros objetos de valor. Recientemente se había comprado un celular nuevo para tomar mejores fotos, pero no era uno de esos demasiado caros”, dijo al Il Resto del Carlino.
“En cambio, nos atormenta un pensamiento más oscuro. El del tráfico de órganos. La forma en que encontraron el cuerpo... descuartizado, sin el torso. Es horrible incluso decirlo, pero en estos momentos no se puede descartar nada”, contó el familiar.
La prensa italiana también cuestionó si el asesinato pudo haber sido un acto de intimidación por parte de los grupos armados ilegales. Sin embargo, esta teoría es cuestionada por Vera Salazar, quien señaló que los grupos armados dependen económicamente del turismo y no suelen atacar a visitantes extranjeros.
La Royal Society of Biology recordó a Coatti como una persona “divertida, cariñosa, inteligente, querido por todos sus compañeros de trabajo, y será extrañado profundamente por quienes lo conocieron y trabajaron con él. Nuestros mejores deseos para sus amigos y familiares en este momento tan terrible”, escribió la institución.
El alcalde del municipio italiano Alfonsine, Riccardo Graziani, también se pronunció: “Esta es una historia verdaderamente sangrienta que nos enteramos con gran pesar. Nuestro más sentido pésame a la familia y esperamos que se esclarezca un suceso tan sangriento. Si hay algo que podamos hacer para ayudar, nos haremos útiles”.
En esta pequeña ciudad viven los padres del biólogo, quienes piden justicia por la muerte de su único hijo. “Nos hemos puesto en manos de las autoridades italianas y colombianas. Queremos la verdad. Alessandro tenía solo 38 años y una vida por delante. No podemos entender por qué le ocurrió esto. Y de esa manera”, aseguró Giovanni.
Coatti habría cumplido 39 años el próximo 3 de agosto. Viajaba con el sueño de conocer el continente y radicarse en Sudamérica.
“Ya había estado en América Latina en otra ocasión. Por eso decidió mudarse allí, quería hacer voluntariado, ayudar a la gente. Él era muy generoso”, contó su tío.
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