Hace cuatro años, siendo también candidato presidencial, Gustavo Petro señaló en Cúcuta al condenado exalcalde Ramiro Suárez Corzo de estar detrás del ataque que recibió cuando se aprestaba a llegar al Parque Santander, para una manifestación pública que terminó en una batalla campal.
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“(…) Aquí el señor Ramiro Suárez Corzo, desde la cárcel, por Skype, por redes, por celular, por entrevistas personales, también se da besitos con expresidentes de la República y con actuales candidatos a la Presidencia de la República. Ellos ordenaron el sabotaje de esta manifestación. Sabían perfectamente que una inmensa manifestación iba a ocurrir en el Parque Santander y sabían que las palabras del candidato de la Colombia Humana los iba a desenmascarar”, dijo Petro al referirse al incidente, desde una improvisada tarima en el Hotel Casino Internacional.
Pero como bien dicen por ahí que la política es dinámica, hoy, cuatro años después, en medio de una nueva carrera por la Casa de Nariño en la que esta vez aparece como el favorito, el nombre de Ramiro Suárez ha vuelto a atravesarse en el camino de Gustavo Petro, pero ahora no como enemigo, sino como aliado.
Aunque para muchos esta voltereta resulta a todas luces inverosímil y son varias las críticas que se han escuchado por parte de los propios simpatizantes del también senador de la República, lo cierto es que es un hecho que fichas importantes al interior de la estructura de Suárez aterrizaron ya en la campaña ‘Petro presidente’ y se están moviendo de manera muy activa.
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Si bien en esta oportunidad no hay una alianza oficial y formal con el aspirante, como si se dio en 2018 con Germán Vargas Lleras, cuando el movimiento estuvo de frente acompañando ese proyecto, varias fuentes consultadas por La Opinión aseguran que el destape del ramirismo en la causa petrista se dio el pasado jueves durante la manifestación presidida por el aspirante del Pacto Histórico en Natilán (Atalaya), con la intervención de Erick Pacheco y Eduardo Gerardino Mandón.
Pacheco, quien fue director del Centro Tecnológico de Cúcuta durante la administración de César Rojas y ha promovido intensamente la campaña en favor de la revocatoria contra el alcalde Jairo Yáñez, es reconocido abiertamente como un alfil del detenido exmandatario, como quiera que es enlace con comunidades vulnerables, gracias al grupo que lidera y que se denomina ‘Bienestar para todos’.
Gerardino, por su parte, es un exconcejal cucuteño que está en el equipo del representante a la Cámara Jairo Cristo, cuyo padrino político es Suárez Corzo.
Los dos estuvieron en la tarima antes de que llegara Petro y con gran entusiasmo invitaron a sus seguidores a votar masivamente por el candidato. “Mi nombre es Erick Pacheco y estamos apoyando de frente y sin miedo a Gustavo Petro presidente y a Francia Márquez vicepresidenta”, dijo Pacheco.
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De hecho, La Opinión conoció que fueron ellos dos quienes propusieron que la manifestación del pasado 5 de mayo se hiciera en Atalaya, como una forma no solo de acercar la campaña a un sector muy popular de la ciudad, sino porque allí se congregan buena parte de las bases del movimiento al que hacen parte.
Ambos le aseguraron a esta redacción que su llegada a la campaña de Petro fue voluntaria y por convicción personal, pues a diferencia de las elecciones al Congreso, en la contienda presidencial hay mayor libertad para decidir a quién apoyar.
Gerardino Mandón negó que su participación en el proyecto del Pacto Histórico tenga que ver con una directriz en particular de Ramiro Suárez Corzo ni de su jefe político Jairo Cristo, pues señaló que con el exalcalde no tiene en este momento ningún vínculo.
“La decisión es mía, Jairo no tiene nada que ver, soy independiente. Algunos amigos me invitaron a que lo apoyara, José Fernando Bautista también me invitó varias veces y por mi hijo. Entonces, yo le dije a Jairo que una cosa es que lo haya ayudado en el Congreso, pero otra cosa es la Presidencia”, aseguró el exconcejal, tras advertir que su decisión, incluso, le produjo un disgusto con Cristo.
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Pacheco, igualmente, descartó que su presencia en el petrismo fuera impuesta o a manera de intermediario entre el ramirismo y el candidato presidencial, y dijo que simplemente fue iniciativa propia, teniendo en cuenta que, en su criterio, Petro es el único que ha mostrado un verdadero interés por reactivar la frontera y reanudar relaciones diplomáticas con Venezuela.
“Nuestros jefes políticos nos dan la libertad en las presidenciales de escoger y uno tiene que estar abierto a todas las posibilidades. Aquí, además, todo es voluntario, se acercan las personas que son conocidas de uno y manifiestan su interés de estar aquí. Sería irresponsable de mi parte decir que yo manejo algún grupo o que estamos imponiendo”, aseguró.
No son los únicos
Y aunque el ruido que desencadenó la llegada del ramirismo a la campaña de Gustavo Petro tuvo su origen en la participación de Pacheco y Gerardino en los preparativos y desarrollo de la visita del aspirante a Cúcuta, la semana pasada, también es un hecho que estos apoyos no son de ahora y tampoco los únicos.
La Opinión conversó con al menos tres personas cercanas a las huestes ramiristas y todas coincidieron en señalar que Suárez Corzo no solo está jugando a dos bandas, es decir, en la campaña de Petro y la de Federico Gutiérrez, sino que personas de su círculo más cercano y de su entera confianza están impulsando ambos proyectos.
Como en las pasadas elecciones de Congreso el movimiento se dividió en dos, esa misma estructura decidió mantenerse para las presidenciales: por un lado está la exsecretaria de Equidad y Género en la administración de César Rojas, Isabel Márquez, y por el otro el ramirismo puro y duro que encabezan las hijas del condenado exalcalde, Eimy y Paola Suárez, la excontralora Martha María Reyes, mano derecha de Suárez, entre otros.
Estos últimos son los que, tras bambalinas, también están apoyando la campaña de Petro y de hecho tuvieron una participación importante en la logística y desplazamiento de cucuteños a la manifestación del pasado jueves, según le confirmaron los consultados a este diario.
“En la reunión del 5 de mayo, indiscutiblemente, quien llenó la manifestación fue el ramirismo, por el poder de convocatoria que tiene. Así lo acepten o no, así digan que no hay alianza, el ramirismo fue el que llenó la vía, con logística, busetas, mejor dicho, al mejor estilo de Suárez para las movilizaciones”, dijo una persona que conoció de cerca los movimientos que se dieron en torno a dicha actividad política.
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Esa misma fuente, que insistió en no revelar su nombre, aseguró que hasta concejales que han sido de la entera confianza del exgobernante, como Nelson Ovalles, también estuvieron participando del acto proselitista, movilizando personas desde diferentes sectores.
De la misma forma, señalaron que algunos enlaces en los barrios que juegan un papel importante en la organización, abiertamente ya han dejado ver en sus redes sociales que están con Petro.
Dos de las personas consultadas le confirmaron a La Opinión que el concejal Jorge Acevedo y su esposa Yirley Vargas, quienes han venido trabajando muy de cerca con Ramiro Suárez Corzo, también tuvieron participación en la manifestación del jueves. Esta información no pudo ser corroborada con el dirigente político.
“No es que haya una alianza oficial entre el ramirismo y la campaña de Gustavo Petro, pero sí es cierto que su gente le está trabajando a esa campaña, como también lo hace en la de Fico. Este señor (Ramiro) gana con cara o gana con sello”, dijeron.
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Personas con enfermedades crónicas deberían seguir usando el tapabocasSobre la llegada de Erick Pacheco y Eduardo Gerardino, algunos insistieron en que su aterrizaje en el proyecto de la izquierda no es fortuito y que su intención de ser parte de una campaña ganadora tiene, además, una clara intención y es la contienda electoral de 2023, en la que buscarían poner a sonar sus nombres.
¿Y qué dijo Petro de estos apoyos?
La semana pasada, en entrevista con La Opinión, el candidato presidencial Gustavo Petro negó que haya algún tipo de alianza política con Ramiro Suárez Corzo.
“Yo no soy Robespierre para poner una guillotina y expulsar, y no permitir que personas que hayan votado por Uribe antes, se acerquen a una alternativa progresista. Eso sería como exponer una especie de limpieza ideológica y yo si no soy amigo de ese tipo de tareas”, dijo.
Aseguró que si el electorado nortesantandereano que votó mayoritariamente por Uribe y luego por Duque decide votar ahora por su propuesta, no le van a decir que no, “porque entonces no hay posibilidad de una reconciliación y de una transformación del país”.
La representante Katherine Miranda, jefe de debate de Petro, desde Cúcuta, también le salió al paso a los señalamientos sobre la llegada del ramirismo a la campaña del Pacto Histórico y dijo que formalmente no hay nada y que nunca ha habido un acercamiento.
“Que haya personas que se ponen una camiseta es otra cosa, pero no hay una relación directa entre el ramirismo y la campaña de Gustavo Petro, y eso lo aseguramos nosotros. Que haya una relación en la que yo me siente con una persona del ramirismo, jamás lo voy a hacer y eso jamás se lo voy a permitir a la campaña de Gustavo Petro”, manifestó.
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