En su primer debate y sin darle mayor oportunidad, la Comisión Primera del Senado sepultó el proyecto de acto legislativo que se presentó a la par de la reforma política y que buscaba, entre otros aspectos, despolitizar el Consejo Nacional Electoral (CNE), modificar la elegibilidad de los magistrados de esta corporación y desconcentrar el poder de la Registraduría Nacional.
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La iniciativa era impulsada por los congresistas Humberto de la Calle Lombana y Ariel Ávila, quienes son partidarios de que un primer paso para ponerle freno a la corrupción y el clientelismo es reformar el órgano electoral colombiano.
No obstante, ni su tesis ni su propuesta fue respaldada por 13 de los 22 senadores que conforman la Comisión Primera, y entre quienes figuraron los congresistas de Norte de Santander Juan Carlos García Gómez (Partido Conservador) y Alejandro Carlos Chacón (Partido Liberal).
Apenas siete legisladores, del Pacto Histórico, la Coalición Centro Esperanza y una del Centro Democrático, avalaron la idea y por eso terminó hundida sin que pudiera ser analizada por la plenaria del Congreso.
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Sobre su voto en contra, García Gómez dijo que si bien es cierto que el aparato electoral colombiano necesita un cambio total, este es un asunto que debe ser aterrizado de la mejor manera y entre todos los integrantes de la Comisión.
“Creo que no es un problema actual de administración, sino que ha sido un problema continuo. Debemos buscar algunas alternativas para dar tranquilidad y no generar ese malestar actual”, señaló.
Durante el debate, el senador cucuteño planteó que los invitados a la discusión del proyecto concluyeron que la reforma era inconveniente y por eso insistió en la necesidad de “reflexionar sobre una mayor concertación de una reforma política”.
Por esa razón, aseguró que no acompañaba el proyecto.
Entre tanto, el senador Chacón no entró en mayores detalles sobre su posición negativa frente a la propuesta de transformar el sistema electoral y solo se refirió a las bondades del mismo.
Llamado de atención al Gobierno Nacional
Además del malestar que les generó el no haber encontrado respaldo a su propuesta en el primer debate, los autores de la iniciativa tampoco pudieron ocultar su disgusto por la falta de apoyo del propio Gobierno Nacional.
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“La ausencia del Gobierno tenemos que lamentarla; de alguna manera hay una resistencia al cambio. Me sorprende que esa resistencia no haya sido vencida por la coalición del Gobierno que ha sostenido que este es el Gobierno del cambio”, manifestó Humberto de la Calle.
Lo propio hizo el senador Ariel Ávila, quien dijo que ante lo ocurrido era necesario hacerle un llamado al gobierno de Gustavo Petro a “honrar la palabra”.
“Nos comprometimos a impulsar esta reforma y hoy no estuvo ni el ministro del Interior, ni un delegado del Gobierno. Hay que cumplirle a la gente”, dijo el congresista de la Alianza Verde.
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La incomodidad del legislador radica en que, al igual que lo sugiere De la Calle, este se ha autoproclamado como el gobierno del cambio y en las calles uno de los principales pedidos que se viene haciendo en los últimos años es acabar con la corrupción y el clientelismo, que era justamente lo que proponía la reforma.
“Hay una crisis de legitimidad en la organización electoral. Nuestro sistema tiene fallas, ya que está diseñado para que funcione de forma mafiosa. No puede pasar que pongamos a un amigo a supervisarnos”, manifestó Ávila, tras insistir en que lo que se pretendía era una verdadera transformación a este sistema.
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