El mundo motero de Venezuela, en especial de Mérida (de donde era oriundo) y Barinas, están de luto. Ramón Sosa Sosa, de 66 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza, en medio de un atraco que ocurrió la tarde del sábado pasado, en el barrio San Gregorio de Villa del Rosario.

La situación se registró a las 4:00 p.m. en la calle 13, frente a la vivienda donde vive su suegra y en donde se encontraba de visita con su pareja sentimental. Dos delincuentes que se movilizaban en una moto los sorprendieron.

Lea además: El sueño por el que el soldado de El Zulia, asesinado por el Eln, se mantuvo en el Ejército

La madre de su pareja contó a La Opinión que todo ocurrió muy rápido, cuando se tomaban una selfie familiar, porque él y su hija se iban a Pamplona a dar un paseo, para luego visitar Chinácota. Sosa tenía dos días de haber llegado a Villa Antigua –en donde tiene unos familiares-, y estaba de visita en su casa.

Indicó que, luego de la fotografía, apareció uno de los ladrones de manera repentina. “El muchacho le dijo: ‘dame la llave’. Ramón se puso pálido e hizo un gesto de llevarse la mano a la cintura y a los segundos se escuchó el disparo”, relató la adulta mayor.

Según los testigos, la víctima vestía su chaleco de motero y, al tocarse la parte lateral del pantalón, el delincuente lo atacó, tal vez pensando que también tenía un arma.

Le puede interesar: Cúcuta: imprudencia de taxista habría causado el accidente en el que murió joven

“Ahí, empezamos a gritar. El otro sujeto, quien tenía un casco puesto, hizo varios tiros al aire. Se llevaron la moto, empujándola, porque no pudieron prenderla”, contó la suegra del fallecido, quien destacó que su nieta de unos 8 años presenció todo.

Presuntamente, los atracadores se “enamoraron” de la moto Kawasaki KLR 650, blanca, que el hombre había comprado en Estados Unidos y la cual trajo él mismo, recorriendo algunos países de Centroamérica, para importarla a través de Colombia y luego nacionalizarla en Venezuela.

“Fue un disparo a quemarropa”, recalcaron los familiares, quienes informaron que lo alcanzaron a llevar al hospital de Villa del Rosario Jorge Cristo Sahium, en donde “lo revivieron”, y luego lo trasladaron al Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM) de Cúcuta, para ser intervenido quirúrgicamente, pero nada más se pudo hacer para salvarle la vida.

“Botó mucha sangre, esto –la calle- parecía un río”, describió la suegra, sobre la escena que quedó después del hecho.

Lea también: Iba por plata y salió preso: hombre fue capturado en medio de un presunto cobro de extorsión en Cenabastos, Cúcuta

En medio de lágrimas, su compañera sentimental resaltó que Sosa se encontraba en las gestiones para actualizar el permiso de circulación, que estaba a punto de vencerse, mientras continuaba con los trámites para llevarse el vehículo a su país, en enero. Hoy, pensaba regresar a Barinas a pasar Navidad y Año Nuevo.

Los dolientes esperan que este caso no se quede impune y haya justicia, porque Sosa era un buen hombre, quien se caracterizaba por su alegría, solidaridad y liderazgo.

Este es el segundo homicidio en circunstancias similares que ocurre en Villa del Rosario en un lapso de cuatro días. El martes, 16 de diciembre, dos asaltantes en moto mataron al domiciliario Adelxon Miguel Flórez de un disparo en la cara, a quien le robaron su vehículo de trabajo. 

Ese hecho se dio en el barrio Nariño, cerca San Gregorio, por lo que podría tratarse de los mismos delincuentes.

¿Quién era?

Ramón Sosa era comerciante y tenía dos hijos en el vecino país. Era entusiasta de las motos y le gustaba viajar en su fiel compañera de ruedas, mostrando los lugares que visitaba. En su país, se ganó el reconocimiento de la comunidad motera por participar y organizar eventos anuales de motociclismo de alta cilindrada.

Lea aquí: ¿Quién mató a Pablo Mocho? Su cadáver apareció en Tibú tras ser raptado por hombres armados 

Era el presidente de la Hermandad Motera Barinas, la cual expresó su profunda tristeza por la muerte de su líder y pidió apoyo para recaudar fondos mediante cuentas bancarias, con los que se sufragarán los gastos de repatriación.

“Acudimos a la solidaridad de ustedes, hermanos moteros, para la repatriación de nuestro líder Ramoncito. Lamentablemente, adicional al dolor que significa esta situación, la familia no cuenta con los recursos económicos disponibles para hacer esos trámites, que son de altos costos. Estamos convencidos de que la hermandad motera nacional e internacional no defraudará la memoria de nuestro hermano”, manifestó.

La asociación indicó que se fue un referente de esta comunidad, quien, con su liderazgo, puso el nombre del país en lo más alto del motociclismo internacional. Agregó que, más allá de los títulos y reconocimientos, queda su calidez humana y su compromiso inquebrantable con la familia motera.

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion