Luego de que el candidato presidencial por el Pacto Histórico, Gustavo Petro, cancelara su agenda de campaña prevista para hoy y mañana en el Eje Cafetero, por un presunto plan para atentar contra su vida, la expectativa quedó servida sobre la visita que tiene programada para este jueves a Cúcuta.
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No obstante, anoche, desde el comité departamental de campaña en Norte de Santander confirmaron que esta sigue en firme y que se encuentran haciendo algunos ajustes en el programa que tiene previsto cumplir el aspirante, reforzando las medidas de seguridad.
Ayer en la tarde, desde la oficina del también congresista circuló una comunicación en la que se informó sobre la cancelación de las actividades que Petro aspiraba cumplir durante estos dos días en el Eje Cafetero.
Según anunciaron, labores adelantadas por el equipo de seguridad del aspirante presidencial les permitieron obtener información “de primera mano” según la cual el grupo criminal La Cordillera estaría planeando atentar contra su vida.
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“La Cordillera es una organización paramilitar dedicada al narcotráfico y al sicariato que ha logrado un amplio control sobre las autoridades civiles regionales y políticos del Eje Cafetero, además de algunas instancias de la Policía y del Ejército, toda vez que algunos de sus miembros participaban en la misma”, dice el comunicado.
Allí insisten en que la información fue verificada por el equipo de análisis e investigaciones de la campaña, “luego de tener acceso a fuentes de alta credibilidad y a algunos miembros de la institución policial, los cuales manifestaron que un integrante de la Sijín, que habría participado en el asesinato del líder juvenil Lucas Villa, también sería parte del plan criminal”.
Hace cuatro años, durante su visita a Cúcuta, también como candidato presidencial, la caravana en la que se transportaba Gustavo Petro hacia el parque Santander, lugar de la manifestación, fue atacada por los contradictores del candidato y la presentación tuvo que trasladarse de manera improvisada a las afueras de un hotel, luego de que el escenario terminara en caos y convertido en una verdadera batalla campal.
Las piedras lanzadas contra el carro en el que se movilizaba Petro alcanzaron a quebrar los vidrios, al punto que en un principio se especuló que podía tratarse de disparos.
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Sin embargo, días después, el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía descartó que el ataque hubiera sido con armas de fuego.