El desplome de una parte de la calzada en la avenida Francisco Fernández de Contreras al paso de una tractomula evidencia la imperiosa necesidad de construir la perimetral para desviar el tráfico pesado del casco urbano del municipio de Ocaña.
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El terreno cedió en la interceptación con la transversal 30 y el vehículo quedó atascado en un hueco donde fue necesario la intervención de una grúa para mitigar la congestión.
Debido al colapso la tubería de agua potable el suministro hacia la zona norte estuvo suspendido durante varias horas, indica el gerente de la Empresa de Servicios Públicos, Jesús Alfredo Contreras Mejía.
En torno a esa reparación se ha generado una polémica, ya que la territorial de Invías manifiesta que corresponde a la ESPO, esta a su vez indica lo contrario y la administración municipal deberá dirimir esa situación.
El director de la territorial en Ocaña, ingeniero Elías Jaime Fernández, manifiesta que no es culpa de Invías, ya que una fuga de agua fue socavando el terreno donde se presentó el percance. “Por el punto pasa un tubo de seis pulgadas del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado y no es cierto que se dañó por el peso de la tractomula. El afectado es Invías como usuario”, precisó.
Califica como una falta de planeación por parte de la administración municipal y ese caso lo expondrá en el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo.