Sentía temor
Dalia Torrado, una amiga de la joven desaparecida, dijo que el único contacto se sostuvo a través de videollamada con un familiar muy cercano en donde se veía en su residencia y al parecer salió rumbo a la universidad como de costumbre.
Desde el 15 de septiembre se perdió toda comunicación y el miedo e incertidumbre se apoderó de familiares y amigos. “Ella estaba muy nerviosa, luego del atraco que tuvo donde perdió su celular y sentía temor al percibir la persecución de un vehículo que la vigilaba de cerca en los alrededores de la vivienda. En una ocasión mencionó un auto sospechoso, pero no se le dio importancia”, reiteró la amiga.
Hasta el momento se cuenta con el apoyo de la Defensoría Regional del Pueblo, la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña y la Red de mujeres del Catatumbo quienes han expresado la solidaridad a los familiares.
Lea además: Con el arte, el Gobierno busca restituir el tejido social en el Catatumbo
Es una muchacha muy reservada que está sufriendo mucho y se requiere el apoyo de la comunidad. Es de buen corazón, inteligente, cariñosa risueña, te esperamos, la extrañamos, que por favor la devuelvan es una persona con mucho futuro, puntualizó.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion.