Serafín Marín, torero veterano español, sufrió una grave cornada durante una corrida de toros, en la Plaza de toros de las Ventas, en Madrid, el domingo, 21 de septiembre de 2025, informaron medios locales.

El diario El Mundo confirmó que el torero de 42 años sufrió la cornada durante el tercer lance de recibo, al prepararse para torear a un toro de Monteviejo, el cual lo sorprendió arremetiendo por el estómago para luego volver a zarandearle violentamente. Por esta razón, la corrida quedó en un mano a mano entre Luis Gerpe y el mexicano Juan Pablo Sánchez.

Marín sufrió una herida de 30 centímetros en el muslo derecho. Así se evidenció en las imágenes que se publicaron en la red social X, en la que se observa al animal embistiendo al torero y lanzándolo por los aires.

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Estado de salud del torero Serafín Marín

El parte médico señaló que el torero español sufrió una “herida por asta de toro en el tercio medio-inferior de cara lateral externa del muslo derecho, con una trayectoria ascendente de 30 cm que causa destrozos en la fascia lata y vasto externo. Heridas inciso contusas en región frontal izquierda y occipital”.

Además, se conoció que el diestro fue fue trasladado al Hospital Fraternidad Muprespa Habana, tras ser operado de urgencia por los doctores García Padrós y García Leirado, en la enfermería de la plaza, antes de su traslado, debido a la gravedad de las heridas que sufrió.

Marín le contó al diario ABC que se encuentra dolorido, aunque logró pasar la noche sin fiebre.

Este percance pone en evidencia, una vez más el riesgo permanente que asumen los toreros en cada presentación, pues en el caso de Marín, se conoció que fue sacudido por el toro, hasta tres veces, antes de caer al albero.

Cabe mencionar que el banderillero, Alberto Carrero, también fue herido en la plaza de Moralzarzal, el domingo 21 de septiembre, mientras intentaba apuntillar a un novillo de La Purísima.

De acuerdo con diarios locales, el le hirió con el pitón en el muslo derecho. La cornada que sufrió fue de 15 centímetros de trayectoria ascendente y calificada como grave por los médicos. Aunque la cornada no alcanzó la masa muscular, sí requirió cirugía para limpiar la herida y extraer astillas que podían haber complicado la recuperación.

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