Alba Luz Trigos Gómez surgió de las entrañas del Catatumbo para instar a las mujeres a sobreponerse, como lo hizo ella después de perder a su hijo mayor hace seis años.
Estudió Administración de Empresas en la Universidad Francisco de Paula Santander, extensión Ocaña, y se especializó en Derechos Humanos para convertirse en docente de las Unidades Tecnológicas de Santander y crear la cátedra de paz. Se considera una mamá resiliente, víctima del conflicto que ha sufrido la violencia de género.
Es también la coordinadora departamental de la campaña colombiana contra las minas antipersonales.
Pero cuando fue directora ejecutiva de la Asociación de Personeros del Catatumbo, 2018-2019, creó el Observatorio de Paz y Derechos Humanos de la región y observó que los seis municipios más cercanos a Ocaña, “había unos hechos que generalizaban unas conductas de amenazas a lideresas sociales y presidentas de juntas de acción comunal y propuse crear una red de autoprotección para empezar a trabajar para mitigar la violencia, basada en géneros. Y surge una hermandad con 25 mujeres provenientes de El Carmen, Convención, Teorama, La Playa de Belén y Ábrego. Empezamos trabajar y a formarnos en prevención de violencia, pero también a difundir en las comunidades las rutas de atención para orientarlas en lo psicosocial y jurídico a mujeres que han pasado por estos fenómenos de violencia en el marco del conflicto armado”.
La Red de Mujeres Comunitarias se extendió a los once municipios del Catatumbo conectada por medio de 60 lideresas que propenden formar más de 60 organizaciones “para replicar rutas de conocimiento y motivar el empoderamiento femenino a la prevención de violencia”.
Su trabajo silencioso, pero con contundencia, la hecho merecedora a representar a Norte de Santander como Mujer Cafam que, el lunes 7, en el Teatro Cafam, a partir de las 8:30 de la mañana, se proclamará la ganadora. En esta versión 33 fueron sugeridos 188 nombres de mujeres provenientes de diversos lugares del país, pero solo fueron seleccionadas 29 para competir, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer
Alba Luz Trigos Gómez se encuentra entre ese ramillete por su labor humanitaria.
Una de las mayores contribuciones de la Red de Mujeres al proceso de posconflicto ha sido el informe para la Jurisdicción Especial para la Paz.
Trigos Gómez también fue nominada a premio nacional de Derechos Humanos en 2019 por la iglesia sueca y diakonia colombiana.
Advierte que la red no cuenta con apoyo económico sino con alianzas estratégicas “y cada lideresa aporta desde su quehacer. Jóvenes, estudiantes, madres, docentes, porque nuestro lema es: unidas somos más”. Y agrega: “Es tratar de que más mujeres se empoderen y podamos sanar con base en el sufrimiento, no para seguir revictimizándonos, sino para entender que hay que generar mayores oportunidades a otras mujeres”. Quiere llegar hasta las esquinas del Catatumbo a todas las partes del departamento para formar más mujeres en derecho porque, dice, no existían organizaciones ni mucho menos defensoras. “Somos madres buscadoras de nuestros desaparecidos en el Catatumbo”.
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