Con la exitosa serie 'Cobra Kai' o el famoso actor Chuck Norris lanzando patadas, el karate es ampliamente conocido en todo el mundo, aunque los practicantes del arte marcial japonés esperan que los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 puedan atraer a una audiencia aún más vasta, en su primera aparición olímpica.
Después de décadas de campaña, el karate finalmente se abre paso en el escenario olímpico este verano boreal como uno de los cuatro deportes que hacen su debut en los Juegos.
Sin embargo, la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de retirarlo del programa de los Juegos de París-2024 significa que esta disciplina sólo tendrá una oportunidad para causar impacto.
En Japón, lugar de nacimiento del arte marcial de las patadas altas y los golpes duros, los practicantes jóvenes y también mayores quieren que el deporte deje una impresión duradera en los espectadores de todo el mundo.
"Veo a los atletas que van a estar en los Juegos Olímpicos y creo que son geniales", dijo a la AFP Yusei Iwa, de 9 años, en un dojo de karate de Tokio, después de realizar una serie de ejercicios de calentamiento alrededor de 30 compañeros.
"Que el karate se haya convertido en deporte olímpico significa que muchas personas aprenderán sobre su cultura e historia, y descubrirán qué tiene de bueno", añadió.
El karate llegó al Japón continental desde las islas del sur de Okinawa a principios del siglo XX y rápidamente se hizo popular como una forma de autodefensa.
Pero su verdadera esencia va mucho más allá de dar puñetazos y patadas, convirtiéndose en parte de la vida cotidiana de quienes lo practican.
"No es necesario usar equipo de karate para practicar", explicó Yukimitsu Ono, de 72 años, quien ha estado practicando este deporte durante unos 55 años.
"Cuando hablo por teléfono, me pongo sobre una pierna. Cuando estoy cortando algo en la cocina, estoy con las piernas abiertas y reforzadas. Se ha vuelto natural para mí", graficó el hombre.
El karate olímpico se divide en dos competiciones: kumite y kata.
El kumite involucra a dos luchadores que intentan golpearse entre sí en combates de hasta tres minutos, mientras que el kata ve a los deportistas efectuar movimientos coreográficos para que los jueces hagan apuntes.
Las autoridades de karate han estado presionando para que el deporte se incluya en los Juegos Olímpicos desde la década de 1970, y los deportistas que participan en Tokio-2020 están finalmente emocionados por poder participar.
"Resulta significativo que la primera vez que el karate se presenta en los Juegos Olímpicos sea en Tokio", dijo Mayumi Someya, quien representará a Japón en la prueba femenina de kumite de 61 kg.
"Creo que es importante que transmitamos el atractivo del kárate cuando estemos en los Juegos", acotó.