El paro armado instaurado por el Eln puso en vilo a Norte de Santander desde la mañana de ayer, 14 de diciembre. El ambiente en las primeras horas del día ya era suficientemente tenso, pero lo que estaba por venir resultó aún peor: artefactos explosivos instalados en diferentes vías del departamento e, incluso, la muerte de un civil.
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El hecho más lamentable de esta jornada de sangre y luto para los nortesantandereanos se vivió en Puerto Santander. Incluso antes de que iniciara el paro —programado para comenzar a las seis de la mañana—, las ráfagas de fusil interrumpieron el sueño de los habitantes.
El ataque ocurrió sobre las 2:15 de la madrugada, cuando de manera sorpresiva la estación de Policía del municipio fue víctima de un hostigamiento. Según relataron las autoridades, el ataque, perpetrado por un grupo de hombres armados, se prolongó por lo menos durante 15 minutos.
Los uniformados reaccionaron y se produjo un fuego cruzado que permitió repeler el ataque tras intensos minutos de enfrentamiento. Finalmente, los criminales fueron obligados a huir, cesando un nuevo ataque contra la Fuerza Pública, aparentemente sin afectaciones que lamentar.
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Sin embargo, pocos minutos después, la tragedia empezó a recorrer las calles de Puerto Santander: habían asesinado a don Agustín Pabón. El hombre, reconocido por ser conductor de ambulancia, murió tras recibir impactos de arma de fuego.
El coronel Fabio Ojeda, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, manifestó que la víctima fue asesinada por el ELN en medio del hostigamiento, en un hecho que constituye una grave violación al Derecho Internacional Humanitario, al atentar contra un miembro de la misión médica.
Entre tanto, amigos, hijos, sobrinos y allegados de la víctima se lamentan bajo una misma pregunta: “¿por qué una persona inocente?”. Quienes lo conocían lo describen como un hombre íntegro y valiente, dedicado a arriesgar su vida para salvar la de los demás. Hoy, su nombre encabeza la lista de víctimas de un cruel paro armado que paralizó a Norte de Santander.
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Sin vías de acceso
Horas después, una vez entró en vigencia el paro —en el que voceros del Eln recomendaron no transitar por vías intermunicipales—, comenzaron a aparecer varios presuntos artefactos explosivos en diferentes carreteras, todos con mensajes o símbolos alusivos a esta organización armada.
En dos puntos distintos de la vía Cúcuta–Pamplona amanecieron cilindros abandonados sobre la carretera: uno en medio de un carril y otro a un costado del asfalto. Los artefactos fueron hallados en los sectores El Salvador y Villa Marina, lo que obligó al cierre total del flujo vehicular mientras se atendía la situación.
Tropas del Ejército acudieron al lugar para verificar si se trataba de explosivos. Con apoyo de personal canino se corroboró que, en efecto, los cilindros contenían carga explosiva. De inmediato se iniciaron las labores de desactivación, que culminaron pasadas las 11:00 de la mañana.
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Otra alerta se registró en el sector Excomil, en la vía que comunica a El Zulia con La Y de Astilleros. Allí, durante la madrugada, fue encontrada la carretera bloqueada con un árbol caído, acompañado de un mensaje que decía: “paro armado”.
A un costado, la comunidad halló un recipiente plástico de color rojo con las siglas del Eln, el cual contenía un presunto explosivo.
La situación fue atendida en horas de la mañana por personal antiexplosivos del Ejército, quienes descartaron que se tratara de una carga real. El objeto fue retirado del lugar y se iniciaron las labores de despeje de la vía.
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