Por más de cinco kilómetros, un taxista tuvo una carrera contra la muerte tras montar en su vehículo Spark, de placa URN 364, a Elver Diornei Pimiento Mejía, pues ese cliente, a diferencia de cualquier otro, iba a ser el objetivo de un violento ataque armado.
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“Uno nunca sabe a quién monta al carro”, dicen miembros del gremio de taxistas respecto al caso que dejó a su compañero gravemente herido, pues poco después de aceptar este servicio en la noche del pasado martes, 28 de octubre, una moto con dos sujetos empezaron a perseguirlos, para pronto revelar sus oscuras intenciones.
Los hombres iban armados y querían acabar con Elver, de 38 años de edad, quien era conocido en el mundo criminal por su apellido: Pimiento. Cerca de las siete de la noche, ya con varias cuadras de persecución encima, la muerte finalmente los alcanzó, en la calle 7B entre avenidas 12 y 13, la moto se detuvo y abrió fuego, más de una decena de balas salieron disparadas contra el carro.
Elver, quien iba en el asiento de copiloto, recibió varios disparos que acabaron con su vida en el acto, mientras el taxista, identificado como Richard Alberto Peñaranda, de 25, resultó herido tras recibir impactos en las piernas.
Los asesinos rápidamente escaparon, pocos minutos después la escena se empezó a llenar de curiosos, quienes se acercaron a la escena del crimen para comprobar lo que había sucedido, algunos grababan, otros solo miraban como dentro del carro quedaron ambas víctimas, con los asientos totalmente reclinados hasta atrás.
Pimiento ya no tenía signos vitales, por su parte, Richard movía levemente la cabeza, indicando que aún mantenía la esperanza.
El sujeto fue rápidamente trasladado a un centro asistencial, donde permanece recibiendo atención médica. En tanto, las autoridades fueron alertadas y patrullas de la Policía llegaron al sitio para atender la situación.
Establecer la identidad fue una tarea de minutos, misma que se aligeró cuando poco después llegaron sus familiares, quienes en medio de gritos y lamentos, aceptaron que la tragedia los había vuelto a golpear. “¡Déjenme verlo!”, gritaba una allegada que arribó al sitio y se desplomó en el asfalto, mientras policías y cercanos intentaban calmarla.
Era una escena devastadora, que culminó con la llegada de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), la encargada de hacer el levantamiento del cadáver y la inspección técnica a la escena del crimen. En el sitio quedaron vestigios de lo que fue una noche de violencia en la ciudad: una de las ventanas del vehículo agujereada por numerosos impactos de bala, un trapo viejo con el cual intentaron tapar el sangrado y unos guantes desechables teñidos de rojo, evidencia de un nuevo capítulo de terror en la ciudad.
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¿Fueron Los Mexicanos?
Pasaron apenas minutos después del hecho hasta que presuntos integrantes de la banda criminal Los Mexicanos empezaron a emitir comunicados por redes sociales, por medio de los cuales se atribuían el crimen.
“Todo lo que huela a Porras, Los Lobos y Turcos, se muere. Solo Los Mexicanos presentes. No copiamos de nada, esto va para todos los que trabajen a esas bandas. Ahí está para que lo recojan, Guineo y Cartago”, reza alguno de los comunicados emitidos por la organización.
Esto indicaría que Los Mexicanos están detrás del hecho, según información judicial, podría ser una represalia tras el homicidio de uno de sus presuntos integrantes, Edwin Andrés Ortega Sarabia, alias Guasón, crimen del cual las autoridades tendrían indicios de la participación de Pimiento.
Además, implicaría que Elver estaba aliado a la banda Los Turcos, pues esta es encabezada por alias Guineo y Cartago.
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La caída de Guasón
El hecho que podría haber desencadenado esta muerte, ocurrió hace apenas 11 días, pues el pasado 19 de octubre, cerca de las cuatro de la madrugada, cuando las discotecas del centro comercial Bolívar ya se preparan para cerrar sus puertas, sonaron los estruendos.
Varios impactos salieron de un arma de fuego que alguien portaba y el receptor de los mismos fue Ortega, quien cayó fulminado en el asfalto del parqueadero interior, un balazo en la cabeza le causó la muerte en el acto.
El caso fue curioso, pues la información que las autoridades pudieron recabar de parte de los testigos fue nula, sea por miedo o por algún otro motivo, nadie de los presentes dio declaraciones para los uniformados, por lo que debieron recurrir a otros medios.
Las numerosas cámaras de seguridad del sector habrían mostrado que el responsable no era ningún desconocido para la justicia, era el rostro de un hombre ya condenado por otro homicidio y al que las autoridades estaban persiguiendo.
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Le habían matado al hermano
Tres meses y un día antes, la familia Pimiento Mejía había sufrido otro encuentro con la muerte, pues Emerson Yorley, de 30 años, el hermano menor de Elver, fue asesinado también a disparos en la madrugada del pasado 27 de agosto.
Ocurrió en la calle 16AN con carrera 5 del barrio Benjamín Herrera, en la zona industrial de la ciudad, donde Emerson pasaba un rato con Edinson Rincón, un amigo que lo acompañaba en la oscuridad del sector, ambos estacionados en sus motocicletas a un costado de la vía.
De forma repentina, aparecieron dos hombres en una moto, quienes abrieron fuego sin mediar palabra. Ambas víctimas intentaron escapar, pero los criminales siguieron el rastro a Emerson, quien corrió casi una cuadra, dejando marcado su recorrido con manchas de sangre.
Emerson, quien habría sido el objetivo del ataque, fue ejecutado en plena calle, tras recibir varios impactos de bala en la cabeza, que acabaron con su sufrimiento.
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Una condena incumplida
Elver no sería solo perseguido por una banda rival, sino también por la justicia, pues desde el pasado mes de febrero, fue condenado a 39 años y dos meses de prisión, como presunto responsable del homicidio del alemán Christian Mohs, condena que no pudo cumplir, ya que el juicio se llevó a cabo en su ausencia, razón por la cual se emitió una orden de captura en su contra.
La Fiscalía habría comprobado que Pimiento fue quien disparó contra la víctima el 27 de agosto de 2022, en el barrio Rosal del Norte, a donde había asistido para una cita de trabajo.
Afuera de una casa, el extranjero fue sorprendido por un motociclista, quien le disparó en repetidas oportunidades, por lo menos nueve veces, hasta dejarlo sin vida en el sitio, tomar un bolso con sus pertenencias y huir del lugar.
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Cazador de la Bruja
Pocos días después, Pimiento finalmente fue detenido, pero no por su relación en dicho caso, sino por otro homicidio, ocurrido en julio de 2022, en el que le habría quitado la vida a Jaider Molina Obregón, de apenas 18 años de edad, también en Rosal del Norte.
El crimen y los taxis habrían estado ligados a Pimiento desde hace años, pues la investigación comprobó que el hombre llegó junto a Jimmy Castillejo Lascarro en un vehículo de transporte público, asesinaron a La Bruja (como era conocido Jaider) y escaparon tal cual llegaron.
Pimiento y Castillejo fueron objeto de indagación y el 1 de septiembre de ese año fueron capturados en los barrios Pizarro y Chapinero, donde vivían los sujetos, que fueron dejados a disposición de las autoridades.
Sin embargo, en algún punto, Pimiento recuperó su libertad, y antes de que la justicia lo volviera a poner tras las rejas, la criminalidad lo puso bajo tierra.
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#Sucesos ¿Los Mexicanos están detrás del crimen de Elver Diornei Pimiento Mejía? Detalles del homicidio de este hombre que tenía una condena pendiente de 39 años y dos meses de prisión. @laopinion_col pic.twitter.com/RljknVPyv6
— Diario La Opinión (@laopinion_col) October 30, 2025
