Los gritos de auxilio de Tatiana Paola Ochoa Argote tras haber sido víctima un ataque con arma blanca, se camuflaron durante los primeros segundos por el bullicio de la zona, en donde hay diversos bares y la presencia de trabajadoras de la noche.
Eran alrededor de las 8:30 p.m. del sábado, cuando la mujer de 29 años fue sorprendida por un hombre que la hirió en el cuello con un puñal. Estaba sentada en la grada de la puerta de un local comercial, a mitad de cuadra y que tenía su santamaría abajo, mientras disfrutaba de un pastel con ají.
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El vaso que contenía la salsa y la bolsa del pastel aún permanecían en el piso, la mañana de ayer, al igual que las manchas de sangre. Sobre el asfalto también se notaba el rastro de la agresión, pues, Ochoa Argote caminó unos 50 metros antes de desplomarse en toda la esquina de la calle octava con avenida novena del barrio El Llano.
El hecho ocurrió a escasas dos cuadras del parque Mercedes Ábrego, en donde hay un Centro de Acción Inmediata (CAI) de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc). Los uniformados, tras ser alertados, llegaron al sitio en donde se estaba desangrando Tatiana, quien era trabajadora sexual, según algunas compañeras.
“Los policías llegaron en moto y no la auxiliaron de inmediato. Estaban ahí, parados, preguntando, en lugar de trasladarla de una vez”, dijo a este medio y con tono de indignación una de las mujeres.
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En medio del alboroto, uno de los informados ayudó a subir a la víctima a un taxi, en donde fue trasladada a la Unidad Básica Intención (UBA) Loma de Bolívar, pero nada pudo hacer el personal de la salud, porque llegó sin signos vitales.
Mientras subían al vehículo a Tatiana, otros agentes ‘peinaron’ la zona para dar con el responsable y capturaron al presunto agresor, quien quedó a disposición de la autoridad competente por el delito de homicidio.
Asesinato por encargo
En la zona hay consternación por la muerte de Ochoa Argote, quien era oriunda de Cali y llevaba varios años en Cúcuta. Era madre de dos niños de 2 y 10 años y la mayoría de su familia reside en la capital del Valle del Cauca.
“Dicen que fue un ‘chirrete’ (consumidor de droga) el que la mató, pero eso parece es que fue mandado y no precisamente es por una pareja a expareja”, dijo otra mujer que labora en el sector, en referencia a que se trataría de un hecho de sicariato.
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Al parecer, Tatiana se había involucrado con personas que manejan el microtráfico de drogas en este sector céntrico de la ciudad.
Vale recordar que hace menos de un mes, hombres armados, a través de un video en redes sociales, se identificaron como integrantes de la banda trasnacional Ak-47 y se adjudicaron el homicidio de José Daniel Coronel, administrador de un bar en el sector de El Callejón.
Además, amenazaron con matar “prostitutas, ladrones del centro, jíbaros, recepcionistas, corredores”, que “estén pagando extorsiones o haciendo colaboraciones a todas esas bandas”.
Sin embargo, serán las autoridades las que, mediante sus investigaciones, aclaren los móviles del crimen y den con el paradero de sus autores.
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