Han pasado cuatro años desde uno de los episodios más macabros en la historia reciente del municipio de Sardinata, pues en el interior de una pequeña casa se cometió un violento crimen en el que una mujer fue asesinada, una niña de 2 años fue violada y otra, de 5 años, quedó marcada de por vida.

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En las últimas horas, Luis Daniel Correa Mena fue condenado a 44 años y 4 meses de prisión por el doble crimen contra Daira Zuleima Zuanare Méndez y una de sus hijas.

Fue un proceso arduo de indagación por parte de la Policía y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, con múltiples entrevistas, inspecciones y otras actividades que permitieron hallar suficiente material probatorio para que las autoridades lo declararan responsable de tres delitos.

Homicidio, tentativa de homicidio y acceso carnal violento, todas las conductas agravadas, fueron imputadas al hombre, quien era soldado al momento de cometer el crimen aquella noche del 25 de mayo de 2021, cuando también fue capturado.

Desde el primer momento Correa negó su responsabilidad en el hecho y culpó por el crimen a otro hombre. Sin embargo, nunca supo decir quién habría sido y las pruebas en su contra salieron a la luz desde que lo capturaron.

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El violento hecho

Con uniforme de soldado, manchado de sangre, y una bolsa negra en sus manos llegó a las instalaciones militares. Le ordenaron que se detuviera, momento en el que el hombre tiró la bolsa a un costado. En el interior estaba la pequeña de dos años, agonizando.

Treinta minutos antes ocurrió el violento crimen, dentro de una casa en el barrio San Francisco, apenas a 40 metros de la estación de Policía del municipio. Sobre las 11:30 de la noche, Correa habría entrado a la casa por la parte trasera, con ayuda de una silla.

Nadie sabe lo que sucedió adentro de la vivienda, pero los vecinos escucharon como Daira gritó “¡a mi hija no!”, luego escucharon unos golpes y reinó el silencio. La situación fue notificada a los policías, quienes llegaron hasta la casa, tocaron la puerta y al no obtener respuesta, forzaron la entrada e ingresaron, encontrando la macabra escena.

Daira estaba en el suelo, degollada, junto al cuerpo de su hija de 5 años, y no había rastro de la menor de 2. Según la versión establecida por las autoridades, Correa violó a la más pequeña, Daira se dio cuenta y lo confrontó, ante lo que el hombre la habría atacado con un cuchillo.

Posteriormente, decidió escapar, llevándose a la niña envuelta en una bolsa negra, así intentó entrar a las instalaciones militares, donde fue detenido por otros soldados, quienes recogieron a la menor y la llevaron a un centro asistencial.

En tanto, Correa fue llevado con la Policía, quienes lo relacionaron de inmediato con el trágico hecho. El capturado fue expulsado del Ejército, donde además ya tenía procesos disciplinarios por el consumo de drogas.

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Una desafortunada casualidad

Que coincidieran Daira y Correa en Sardinata fue una casualidad, pues el hombre ni siquiera debía estar allí, él iba de paso a Cúcuta para hacer unos trámites administrativos. Sin embargo, por un cierre en la vía, debió quedarse por algunos días en el municipio.

Daira, por su parte, llevaba apenas dos años en Sardinata, donde había llegado desde Barinas (Venezuela), en busca de mejores oportunidades, consiguiendo trabajo en un estanco ubicado en la zona céntrica, con el cual conseguía el sustento para su familia.

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