Ni siquiera las medidas evasivas que tomó el carpintero Alexis Carrillo Arias, bajo la sospecha de que las autoridades lo estaban buscando, fueron suficientes para no responder ante la ley por presuntamente acceso carnal violento a una menor de edad, en zona rural del municipio de Salazar.
De acuerdo a una fuente judicial cercana al caso, este hombre trabajaba en un taller improvisado en su vivienda, situación que aprovechaba para abusar sexualmente de una de sus hijas, al parecer, desde el año pasado.
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Según lo conocido por este medio, Alexis Carrillo, de nacionalidad venezolana, llegó a Colombia con su esposa y tres hijos, entre ellos la víctima. Ya en el departamento, se asentaron en diversos sectores rurales y urbanos, sin embargo, al final, decidieron irse a vivir en zona rural de Salazar.
“Ellos pasaron por el casco urbano de Tibú, por Campo Dos, y luego de algunas vueltas, terminaron en Salazar. Sin embargo, el caso y el resultado fueron gestados gracias a un vecino de este hombre que, por medio de una denuncia a una entidad pública que se encarga de la protección de los niños, niñas y adolescentes, dio a conocer la situación”, explicó la fuente judicial.
Una vez fue alertada la entidad, a mediados de enero, los funcionarios lograron concretar una entrevista con la menor de edad, que por medio de especialistas, los alertó. Poco tiempo después, la Policía de Norte de Santander se enteró y se abrió una investigación en su contra.
Lo primero que identificaron es que Alexis Carrillo llevaba abusando de la menor casi el mismo tiempo de separado de su pareja y madre de los pequeños.
“La mamá fue víctima de violencia y dentro de los requerimientos que hizo el detenido para dejarla en paz, fue que se quedara con la custodia de sus tres hijos. Creemos que la víctima fue, desde ese momento o poco tiempo atrás, abusada por el hombre”, argumentó la fuente judicial.
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Por esa razón, y con premura, una vez los investigadores obtuvieron tanto testimonios de la víctima como de sus hermanos en los que se evidenciaba un maltrato físico y constantes amenazas para obligarla, dejaron en manos de un juez de control de garantías el material probatorio para emitir la orden de captura por ese delito.
El 13 de febrero se hizo oficial la orden de captura y, desde entonces los uniformados hicieron varias visitas a Salazar, para lograr dar con el hombre, sin embargo, Alexis Carrillo comenzó a sospechar y se volvió más cauteloso al salir al casco urbano del municipio.
“Como en medio del proceso a él le quitaron la custodia de los tres hijos, el hombre empezó a buscar insistentemente a la expareja, para preguntarle en dónde estaba ella y sus hijos. Además para saber si existía un proceso judicial en su contra. Nosotros hicimos varias visitas y operativos para dar con su paradero, pero fue justamente en Cúcuta donde lo agarramos”, aseguró la fuente judicial.
Gracias a fuentes humanas se supo que Alexis Carrillo había salido del municipio el jueves 13 de marzo, y se dirigía a Cúcuta, entonces los uniformados se desplazaron a varios puntos estratégicos en donde tenían conocimiento de que llegaría, y una vez lo identificaron lo detuvieron.
El hombre deberá responder por acceso carnal violento a una menor de edad y fue trasladado a la URI de la Fiscalía para las respectivas audiencias públicas. Luego de cuatro días del proceso judicial, un juez de control de garantías decidió imponerle medida de aseguramiento en la cárcel mientras avanza su proceso judicial.
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