El domingo 27 de febrero, a las 8:00 de la noche, tres personas sufrieron los mismos sentimientos de terror, por cuenta de un grupo de hombres armados que los retuvo por algunos minutos con la única intención de exigirle dinero a sus familias a cambio de dejarlos libres.
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La escena se registró en la variante La Floresta, que va desde Pinar del Río, hacia el hogar Santa Rosa de Lima, por el Anillo Vial Oriental, que comunica a Cúcuta con Los Patios, en medio de la soledad de la noche.
Según se conoció, dos hombres se movilizaban en un vehículo, cuando de repente fueron interceptados por dos desconocidos en una motocicleta, que los intimidaron con armas de fuego para que se detuvieran y accedieran a sus pretensiones.
Uno de los pistoleros se subió al vehículo de las víctimas y en medio de insultos y golpes las obligó a continuar la marcha hacia a un lote baldío en inmediaciones de este sector, donde justamente había otro ciudadano intimidado y bajo órdenes de sus cómplices.
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Los desconocidos, presuntamente miembros de una banda de delincuencia común, les quitaron los celulares y bajo amenazas se comunicaron con los familiares de cada uno, exigiéndoles hasta un millón de pesos que debían conseguir en pocos minutos para que no les pasara nada a sus seres queridos.
Los familiares accedieron a sus pretensiones y luego de llegar con el dinero, estas personas fueron dejadas en libertad, mientras que los delincuentes huyeron sin dejar rastro.
La Defensoría del Pueblo acudió a la solicitud del acompañamiento de algunas de las víctimas para instaurar la denuncia en la Fiscalía e inicien las investigaciones correspondientes.
Jaime Marthey, defensor regional del Pueblo, aseguró que esta situación ya está en conocimiento tanto de la Fiscalía como de la Policía, por lo que su despacho mantiene constante acompañamiento a las víctimas de estos hechos.
A través de un tweet, la Defensoría les pidió a las autoridades que se adelanten las pesquisas de manera diligente.
“Pedimos a las autoridades de Cúcuta atender e investigar con celeridad denuncias sobre posibles retenciones en anillos viales de la ciudad, donde desconocidos intimidan a conductores y los llevan a parajes desolados mientras piden dinero a sus familias. Acompañamos a las víctimas”, dice el mensaje a través de Twitter.
No hay denuncias: Policía
El general Óscar Moreno, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguró que, aunque se está adelantando el acercamiento con las personas que posiblemente fueron víctimas de estos hechos, en su despacho no hay denuncias sobre esta modalidad de secuestro exprés.
Asimismo, el oficial le insistió a la comunidad que, en caso de conocer o ser víctimas de esta modalidad, se debe instaurar la denuncia en la Fiscalía y en la Policía, para que sean estas instituciones las encargadas de desplegar las investigaciones.
“Esta modalidad se nos presentó el año pasado y ya lo hemos superado. La Policía está actuando para evitar estos casos, pero es necesario que las personas denuncien para poder investigar”, subrayó el general Moreno.
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El rastro de la muerte
Cabe recordar que Wilmer Humberto Suárez Judex fue asesinado de un disparo en la cabeza, a principios de noviembre del año pasado, por una banda criminal que pretendió robarle la grúa que él conducía, bajo la misma modalidad delictiva.
El cadáver fue hallado en una zona boscosa de la vereda Patillales, en la vía a Puerto Santander, con las manos amarradas, arrodillado y sujetado a un árbol. Un solo disparo que le propinaron detrás de la oreja derecha, le quitó la vida al humilde chofer.
En la escena del hecho se conoció que, al parecer, las personas que tuvieron en su poder a Wilmer Suárez, intentaron robarle la grúa que conducía, cuando lo llamaron para que recogiera una maquinaria pesada en este sector de la zona rural de Cúcuta. Sin embargo, cuando el dueño del vehículo se percató de que pretendían robarlo, de inmediato apagó el motor a través de un localizador satelital.
Al parecer, esta maniobra enfureció a la banda criminal, por lo que decidió llevar a la zona boscosa a la víctima y posteriormente circularon un video en el que le exigía a la familia del chofer 10 millones de pesos a cambio de su liberación. Dinero que su familia no tenía y que desde la primera llamada se lo manifestaron a los secuestradores.
Una fuente judicial aseguró en ese momento que, al parecer, los responsables del crimen eran un reducto de una banda delincuencial reconocida por su amplia trayectoria en el robo de vehículos en el área metropolitana de Cúcuta.